SALTA.- Desde que se anunció el trayecto del Rally Dakar 2014, el director deportivo de la famosa competencia, David Castera, avisó que esta edición sería “mucho más dura” que las anteriores. Y su previsión se está cumpliendo con creces.

“Nos están matando. En la etapa de San Rafael a San Juan (la tercera de la competencia) jugaron con nuestras vidas. Fue una locura por dónde nos hicieron pasar. No sé con qué hicieron la hoja de ruta”, señalo el piloto argentino de cuatriciclos Pablo Copetti, que abandonó el viernes tras romper el motor de su Yamaha.

Con más recorrido final y un día menos de carrera respecto al año pasado, los competidores sabían que debían prepararse para sobrevivir a una prueba que se presentaba más exigente que lo habitual desde que llegó a Sudamérica en 2009.

Los más de doscientos abandonos desde que comenzó el Dakar una semana atrás sirven para exhibir la dureza de la competencia, que el viernes se vistió de luto cuando la organización encontró muerto al piloto belga Eric Palante al lado de su moto.

“Nos quieren matar, es la verdad”, dijo también el polaco Rafal Sonic, que se encuentra segundo en la general de cuatriciclos.

Pero no todos los pilotos están incómodos por la hostilidad de la competencia. “La gente se queja porque estaba acostumbrada a los Dakar fáciles. Se olvidaron de las pruebas en África. Un Dakar es un Dakar, y la muerte es parte del juego y de la carrera. Lo que pasa es que con el Dakar, todo se magnifica”, señaló el líder de Coches, el español Nani Roma. (DPA-Especial)