Seguro habrán querido aprovechar el día de playa hasta el último minuto. Porque, convengamos, ¿cuántas veces te ha sorprendido una tormenta de verano que solo dura unos minutos y luego el cielo se despeja? Pero la tormenta del jueves por la tarde en Villa Gesell tuvo el peor final para quienes estaban en el balneario Áfrika.

Hasta ayer, la caída de un rayo había cegado la vida de cuatro jóvenes: Priscila Ochoa, de 16 años, y Agustín Fabián Irustia, de 17, ambos de San Luis; Gabriel Rodríguez, de 20 años, de Henderson, de Buenos Aires y Nicolás Elena, de 19 años, de Junín. Además, la descarga dejó más de 20 heridos.

¿Cuántas probabilidades hay de encontrar la muerte de esa manera? Pocas, mínimas, pero las hay. Como muchos de los fenómenos climáticos con finales trágicos, la caída de los rayos son impredecibles. Si bien las probabilidades de tormentas eléctricas se pueden pronosticar lo que resulta casi imposible es indicar dónde y cuándo caerá un rayo. “La tormenta fue advertida horas antes por el Servicio Meteorológico Nacional, que de todos modos no pudo predecir lo que ocurriría ya que ese tipo de fenómenos son imposibles de predecir”, expresó a la prensa Claudia Campetella, experta del Servicio Meteorológico Nacional.

Frente a una tormenta, solo se podés tomar recaudos, según dónde te encuentre.

Cómo se forma un rayo

El meteorólogo Osvaldo Molina expresó que este tipo de fenómenos ocurre debido a la nubosidad que se produce durante la temporada estival, con el aumento de la humedad.

Los rayos son producidos por las cargas positivas presentes en la tierra y las negativas presentes en nubes de desarrollo vertical, llamadas cumulonimbus: “Las descargas eléctricas pueden ocurrir desde una nube a la superficie de la tierra, desde la superficie a la nube o entre nubes. En el caso de Villa Gesell, el rayó tuvo un desarrollo vertical producto de la evaporación rápida y del calentamiento de la masa de aire, debido a las corrientes ascendentes o descendentes que se generan”, informó el especialista tucumano.

Quienes habitan zonas urbanas casi no corren peligro, gracias a la disposición de pararrayos en torres y edificios. En cambio, en el campo y en grandes espacios verdes, las probabilidades de descarga aumentan, como sucedió en las arenas del mar argentino. Personas, animales, árboles y estructuras metálicas son energía y pueden conducir electricidad. “En el caso de Villa Gesell, el fenómeno ocurrió al aire libre, en un sitio donde se encontraba un complejo de carpas con puntales metálicos, lo que propició la descarga”, especificó Molina.

En nuestro territorio -agregó el meteorólogo- las tormentas eléctricas son comunes, sobretodo en verano por su clima subtropical, lo que aumenta la presión atmosférica.

Seguridad

Los tucumanos que quieran formalizar denuncias o se encuentren bajo una situación de riesgo, debido a las inclemencias del tiempo, puede comunicarse con el número 103, la línea de emergencias del Defensa Civil de la provincia. “Tenemos preparados planes de contingencia, podemos recibir denuncias en tiempo real e implementar medidas de socorro” expresó Fernando Torres, director de Defensa Civil. Antes de salir de paseo por zonas rurales o salir de viaje, recomiendan informarse a través de los medios de comunicación sobre el estado del clima.

¿Cómo nos protegemos?

- Si estás en casa: según el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) hay que mantenerse lejos de las ventanas y puertas abiertas, chimeneas, estufas, piletas de lavar y tuberías.

- Si estás al aire libre: hay que buscar refugio en una zanja o mantenerse agachado, lejos de los objetos altos, como los árboles.

- Si estás en el agua no pasa nada si permanecés sumergido, pero si sacás la cabeza puede ser el punto de impacto de un rayo, expresó Mario Benedetti, ingeniero e investigador del Conicet a TN.

- Si vas en auto: hay que quedarse en el interior hasta que pase la tormenta. Las ruedas de caucho actúan como un aislante de la electricidad.

- Si se ve un rayo y el trueno se escucha antes de los 30 segundos, significa que la descarga a tierra se está produciendo a menos de 10 kilómetros.

Las consecuencias se pueden sufrir a varios metros del sitio donde cae el rayo

“El organismo sufre el paso de la energía por el cuerpo, a través de un punto de entrada y otro de salida, convirtiéndose en una cuba electrolítica, lo que afecta a todos los órganos. En especial, altera la actividad cardíaca y el ritmo nervioso”, explicó Juan Massaguer, capacitador de la Dirección de Emergentología del Siprosa. “Sobrevivir a esa descarga eléctrica es imposible”, agregó. Para estar protegido, lo más sensato es respetar las indicaciones de las autoridades y tener en cuenta lo que ocurre con el clima. Una tormenta eléctrica puede causar mucho daño.

¿Qué es lo que le sucede al cuerpo? “Clínicamente, con un rayo ocurre un paro cardiorrespiratorio y se calcinan todo los tejidos. Mientras que una electrocución causada por una red hogareña puede afectar los órganos pulmonares, renales y cardíacos”, comentó José Vicente Fagre, dermatólogo. Para tener una idea: por los cables de nuestros hogares solo corren 220 voltios, algo que resulta insignificante al lado del flujo de energía que representa un rayo. Este puede llevar mil millones de voltios. “Las personas que en ese momento se encuentran a unos metros del lugar de contacto generalmente sufren politraumatismos”, añadió el profesional.