El Mundial de fútbol de Qatar 2022 volvió a complicarle por enésima vez la vida a la FIFA, inmersa en contradicciones públicas tras el anuncio de su secretario general, Jerome Valcke, de que el certamen no se jugará en junio y julio, tal como es habitual.

Valcke dijo durante una entrevista con “France-Info” que el polémico certamen se jugará “entre el 15 de noviembre y el 15 de enero a más tardar”, pero no aclaró si será 2021/2022 o 2022/2023.

La decisión definitiva acerca de la fecha debe ser tomada por el comité ejecutivo de la FIFA, y varios integrantes del órgano rector de la federación que preside Joseph Blatter se lo hicieron notar de inmediato a Valcke.

“Estoy shockeado”, dijo el norirlandés Jim Boyce, miembro del comité ejecutivo y uno de los vicepresidentes de la FIFA. “El estado actual de situación es que el torneo se juega en verano (boreal)”, añadió.

La FIFA debió salir de inmediato a hacer control de daños, y en un comunicado recalcó que la fecha exacta del Mundial de 2022 se decidirá una vez que haya pasado el de Brasil 2014. “El proceso de decisión no se precipitará y contará con el tiempo necesario para tomar en cuenta todos los elementos relevantes”, informó.

A diferencia del verano qatarí, en el que las temperaturas pueden alcanzar hasta los 50 grados, en el invierno (boreal) local los 25 grados promedio son soportables, argumentó Valcke.

“Es perfecto para jugar al fútbol”, dijo el “número dos” de la FIFA, a la que el Comité Olímpico Internacional (COI) ya le advirtió que no superponga el Mundial con los Juegos Olímpicos de invierno de Pyeongchang 2022.

Qatar aseguró que sus estadios cerrados y con aire acondicionado de última generación permitirían un Mundial plácido para jugadores y espectadores, pero en el mundo del fútbol se instaló pronto la certeza de que un torneo en esas condiciones era inviable.

Delia Fischer, portavoz de la FIFA, dijo que Valcke sólo presentó “su punto de vista” en la entrevista con la radio francesa y que “la fecha precisa del evento está sujeta a un proceso de consultas” y que no se espera una decisión “hasta finales de 2014 o marzo de 2015”.

Todavía no hay nada dicho, pero la polémica ya se desató y durara al menos ocho años.