Alrededor de las 19.30 del martes, la ilusión de Miguel Reginato llegó a su final. Con su cuatriciclo muy golpeado, y él mismo resentido desde el aspecto físico, el experimentado piloto dijo basta, en la etapa que unió San Rafael con San Juan. “Me quedé nomás. El ‘cuatri’ tenía muchos problemas y yo sentí que físicamente estaba dando ventajas. Así que me pareció lo más sensato dar un paso al costado. El Dakar es duro, todos lo sabemos y yo avancé hasta donde pude”, contó.
Según el relato de Miguel, estuvo perdido por casi dos horas con un grupo de pilotos de Motos. Entonces decidió seguir a la vera de un río, por siete kilómetros. Con el vehículo mojado, llegó a una zona de fesh fesh y se formó barro en el radiador. Lo lavó, lo secó y siguió camino. Le quedaban 70 kilómetros y venía una subida. Se estaba haciendo de noche, quiso encarar una subida pero vio que otros corredores volvían: no querían pasar la noche con el frío de las alturas. Entonces, optó por la misma decisión. Y final del Dakar para él.
El abandono de Reginato se dio 24 horas después de que Miguel Reginato (h) se bajó del certamen por severos daños en su Toyota Hilux. Luego de que los integrantes del Reginato Rally Team trabajaran incesantemente para reparar las heridas casi mortales que había sufrido la camioneta en el primer día del rally, la dureza de la etapa San Luis-San Rafael fue lapidaria.