Desde hoy los tucumanos podrán caminar por las peatonales y calles del microcentro de la capital sin tener que andar gambeteando los puestos de los vendedores informales. Esto, en caso de que se cumpla un nuevo acuerdo alcanzado ayer, luego de varias jornadas de negociaciones, entre los representantes del Sindicato de Vendedores Ambulantes (Sivara) y autoridades del Poder Ejecutivo, encabezadas por la secretaria general de la Gobernación, Carolina Vargas Aignasse.
Después de escuchar diferentes alternativas para incorporarse al mercado laboral formal que les planteó el Gobierno, a través de una comisión especial integrada desde distintas áreas, los representantes de los puesteros anunciaron que a partir de hoy y por las próximas 72 horas no venderán su mercadería en el microcentro. Así, esperan que, hasta el viernes, el Gobierno les proponga el alquiler de un local para que puedan ser reubicados. Si hasta entonces no reciben una respuesta satisfactoria, amenazan con volver a invadir la vía pública de inmediato.
Así lo advirtió Claudio Robledo, referente de Sivara, al término de una audiencia realizada ayer al mediodía en la casa de Gobierno, con la participación de funcionarios del PE y representantes del Arzobispado. “No vamos a entrar al microcentro por tres días, que es el plazo que le damos al Gobierno para que nos busque un local. Si no hay una respuesta favorable el día viernes, vamos a tener que volver a desarrollar nuestra actividad”, manifestó.
Operativo de seguridad
Para garantizar que se cumpla lo acordado y evitar que hoy se instalen grupos de ambulantes que no participaron de las negociaciones (Sivara representa a unos 300 puesteros, pero se calcula que hay al menos otros 200 sin identificar), policías y municipales montarán un operativo desde primera hora. El dispositivo incluiría acciones para impedir que los cuentapropistas retiren mercadería de los locales que les proveen habitualmente.
Ante una consulta de LA GACETA, el vocero de los ambulantes informó que hay dos locales en vista para la reubicación de los puesteros, que el Gobierno se comprometió a estudiar. Robledo precisó que uno es el edificio del Buen Pastor, que pertenece al Arzobispado de Tucumán, en calle Mendoza al 800; mientras que el restante es un local privado de Muñecas al 300, entre Córdoba y San Juan.
En la audiencia de ayer, los ambulantes elevaron a las autoridades diferentes propuestas, como la modificación de una ordenanza a los fines de que se les permita vender de mano en la vía pública pagando un canon municipal y la inscripción como monotributistas.
Vargas Aignasse sostuvo que el Gobierno “está decidido a cumplir con la sentencia” judicial de 2006 que ordenó ponerle fin al caos de la venta ambulante.
La funcionaria aseguró que desde el Estado agotarán todas las instancias para poner a disposición de los trabajadores ambulantes distintas alternativas que les permitan ingresar al mercado laboral formal. “Queremos solucionar definitivamente este conflicto, que empezó en 1970 sin que ningún Gobierno haya podido encontrarle una salida”, reflexionó.
Además, aclaró que si bien “en el Gobierno hay voluntad de facilitarles un predio”, también existen otras alternativas, como “la incorporación a cooperativas de empleo, el acceso a planes de capacitación laboral o programas de empleo que les permitan contar con un ingreso y acceder al mercado formal”.