El comienzo de año fue, por lo menos, incómodo. La inflación es indisimulable. Corre más rápido que nadie. El aumento de la nafta llegó antes que el acuerdo de precios que lanzó el Gobierno nacional que de nuevo demostró que el federalismo es un dibujo. Los nuevos valores a los productos demorará en regir en las provincias porque aún no pueden calcular bien los fletes. Real o no. Triste.
Cambia el año, pero eso no nos asegura modificaciones en la normalidad de nuestras vidas. Por eso el episodio que potenció TN por una nota que se le intentó realizar a Ricardo Echegaray se convirtió en una discusión central, especialmente, en las redes sociales. Los periodistas -no es la primera vez que lo decimos- deben ser siempre espectadores de la realidad, nunca protagonistas. La agresividad y los pre-juicios contribuyen a colocar a la prensa en el lugar equivocado. Si la situación no daba para más, el titular de la Afip no debió haber distorsionado una conferencia de prensa que se hacía para revelar nada menos que la recaudación del país, es decir el dinero que los argentinos habían depositado en las arcas del Estado. Si Echegaray se equivocó al viajar adonde recomienda no ir debió haber pedido disculpas y si creía que estaba todo bien bastaba con responder al cronista de TN y dar su verdad a la sociedad. Este año no podía ser distinto, los hombres públicos siguen creyendo que no son públicos o que en todo caso lo público puede ser manejado como lo privado.
Mientras esta “normalidad” se transmitía por TV el Gobierno tucumano sigue emitiendo una señal distorsionada, con demasiada lluvia. No está claro si es soberbia, desconcierto o simplemente incapacidad. Los estatales lo encerraron en un laberinto y no puede salir. Alperovich dice que no habrá bono de fin de año.
Los ministros Jiménez les ofrecen $ 500 de bono aunque a cuenta de futuros aumentos. Los estatales vienen cortando rutas, amenazando e intentando dialogar y el Poder Ejecutivo los esquiva, pero acata sus planteos.
Cualquier parecido al conflicto policial es pura casualidad. Alperovich y sus funcionarios deberían entender -máxime después del horroroso recuerdo de los saquos- que los tiempos han cambiado: ni su poder es el mismo ni los tiempos son iguales a los primeros años de gestión.
Momento de decisión
En verdad al gobernador tucumano lo desvelan otras cosas. Ni en Tucumán ni en la Nación se habla de pasar el año. La frase es “hay que pasar abril”. Luego, viene el mundial de fútbol y si Messi cumple o se acerca al sueño de todos los argentinos, el sopor durará hasta agosto. Para entonces la mitad del año se habrá consumido. El mundial es una de las grandes apuestas de los políticos que administran el poder. En esos tiempos podrán haber aumentos, transformaciones, trampas y acciones indeseadas. Saben que sus efectos se verán morigerados por la pelota. Y a mediados de este año habrá que tener muchas decisiones tomadas.
La principal preocupación de Alperovich es saber quién ocupará su sillón. Su corazón se acelera cuando aparece el nombre de Juan Manzur. Es comprensible: “es el hombre que él inventó”, parafraseando al fallecido escritor. Ese hombre que no supo administrar claramente las cuentas en la Convención Constituyente, es quien mejor maneja el “sijosesismo”. El gobernador debe tirar la moneda. En la otra cara aparece su esposa, Beatriz Rojkés. Alguna vez él mismo la descartó, pero hoy con un Manzur deshilachado y con Osvaldo Jaldo como una tercera opción para los que están cansados de alperovichismo, reaparece su candidatura.
“Si salgo yo, no hay problemas”, dijo Alperovich cuando todavía la reforma de la Constitución era una opción. Ahora llegó el problema. “Nosotros estamos a disposición del jefe”, alcahuetean el senador Sergio Mansilla y el poco diputado Jaldo. “Si no es Alperovich, enfrento a cualquiera”, se cansó de gritar Domingo Amaya. Ahora, devaluado, se pone colorado cuando piensa en aquella frase, pero no le queda otra que seguir sosteniéndola. Los “sijosesistas” que le tienen terror a la senadora Alperovich insisten que la mejor imagen es la de Manzur. Como eran pocos parió la abuela y “si no es Betty estoy decidido a enfrentar a Manzur”, advierte Mario Koltan, quien ya tiene partido propio. A todas estas frases se suma una que marca del cambio de humor: “las elecciones se ganan hasta con un voto”. No se hace mucho tiempo solían decir “pasamos el 50% o buscamos más de 500.000 votos”.
La banca virtual
Parece que los problemas de comunicaciones en Tucumán son más graves que en otros lados. El legislador virtual del radicalismo, Fernando Valdez, sigue sin asumir aparentemente por una cuestión de distancia a juzgar por sus propias palabras. A la Legislatura, manejada por el oficialismo, no le preocuparía que siga vacante ese lugar que dejó la testimonial Silvia Elías de Pérez, que prometió ser diputada y terminó senadora. El hombre de Ymad y del radicalismo insiste en que está de viaje y que no puede llegar a Tucumán. Cualquier lugar del mundo está a no más de 20 horas de vuelo si el interés vale la pena, claro. Por ahora pareciera que la banca está en segundo plano tanto para los radicales como para el propio candidato a ocuparla.
Otra más de José Hugo
El que sigue ocupado es el edificio de calle Muñecas al 400 que fue comprado por la Universidad Nacional de Tucumán con un fin específico: que allí funcione el EPAM que tanto añoran los de la tercera edad. Lo que no logran encontrar en la UNT es la resolución o el papelito en el que figura la cesión para que la Facultad de Derecho se establezca allí. Como el decano de Derecho, José Luis Vázquez, quedó alineado con el diputado Luis Sacca y el legislador virtual Valdez, es posible que las embestidas de esta semana del flamante coordinador de la UNT, José Hugo Saab, apunten a este trío. Cuando llegue febrero el decano de Derecho tendrá que desprenderse de ese preciado edificio para dárselo al EPAM e instalarse definitivamente en la originaria casa de estudios de 25 de Mayo que está embellecida, pero sin los trastos necesarios para que funcione a pleno.
El intendente de Yerba Buena ya le debe haber escrito a los Reyes para que le consigan un funcionario que pueda hacer lo que Saab no hacía cuando estaba en ese municipio.
Ahora trabaja sin descanso con tal de romper todas las alianzas tejidas por su archirival Sacca y con el objetivo de llegar a los comicios universitarios con el camino despejado para Alicia Bardón, la candidata del rector Juan Cerisola.
El mayor obstáculo es unir a la actual vicerrectora con Mateo Martínez, el decano de Medicina que está decidido a ser rector y no aceptaría ser el número dos de Bardón.
Un corte a la desinformación
Febrero se las trae. Será un mes histórico para la Corte Suprema de Justicia de Tucumán. El primer día hábil se empezarán a publicar en el sitio web del Poder Judicial la totalidad de las acordadas que dictó la Corte. Incluirán todas aquellas que firmaron los vocales desde el 3 de febrero de 2011. El sitio se convertirá en una verdadera caja de Pandora ya que saldrán a luz muchas acordadas que seguramente los vocales prefieren no recordar.
La acordada del 18 de diciembre fue firmada por una mayoría cada vez más automática (Antonio Gandur, Claudia Sbdar y Daniel Posse) y por la minoría integrada por René Goane y Antonio Estofán, quienes, si bien estuvieron de acuerdo, plantearon la necesidad de que no se publiquen aquellas que inciden sobre los derecho de los particulares. Proponían que aquellos que “expresan la actividad interna de la Administración Pública no requiere su publicación”.
La Corte en pleno se hizo eco de la Declaración de Principios sobre Libertad de Expresión que señaló que “el acceso a la información en poder del Estado es un derecho fundamental de los individuos que los estados están obligados a garantizar el ejercicio de ese derecho”. Tal vez los vocales no vean las críticas que se les pueden venir, pero hicieron un gran aporte de agua fresca de este 2014.
Si estas cuestiones rigieran en los demás poderes hoy Manzur estaría menos debilitado para ser el sucesor y tal vez Echegaray no hubiera hecho los papelones que hizo en la conferencia de prensa descolocando y poniendo en un rol equivocado -aunque les guste a los periodistas- a la prensa. Ni hablar de los legisladores que andan desesperados buscando cómo blanquear los fondos que cobran en negro porque saben que se viene el recambio y no todos tienen ni la reelección, y la jubilación ya los tutea.