CIUDAD DEL VATICANO.- El papa Francisco considera que las distintas realidades de la sociedad actual, como la existencia de hijos que conviven con parejas homosexuales, suponen un desafío educativo nuevo para la Iglesia Católica.
“El educador tiene que estar a la altura de las personas que educa, debe preguntarse cómo anunciar a Jesucristo a una generación que cambia. La tarea educativa hoy es una misión clave, clave, clave”, dijo el pontífice argentino el pasado noviembre en la clausura de la 82º Asamblea General de la Unión de Superiores Generales (USG) de los institutos religiosos masculinos en el Vaticano, y que fue publicado ayer por la revista La Civilta Cattolica. “Recuerdo el caso de una niña muy triste que al final le confesó a la maestra el motivo de su estado de ánimo: ‘la novia de mi madre no me quiere’”, contó Francisco a los superiores generales de los institutos religiosos. “El porcentaje de chicos en los colegios que tiene a sus padres separados es muy elevado”, expresó el Papa. Y agregó: “las situaciones que vivimos hoy, por tanto, plantean nuevos desafíos que para nosotros son difíciles de comprender”.
“¿Cómo anunciar a Cristo a estos chicos y chicas? ¿Cómo anunciar a Cristo a una generación que está cambiando?”, se preguntó ante los religiosos. Además, señaló que es necesario que estén atentos a “no suministrar” a estas nuevas generaciones una “vacuna contra la fe”.