Aunque María Jesús Rivero le aseguró al juez federal Fernando Poviña que su vinculación con la remisería “Cinco Estrellas” terminó hace varios años, el magistrado consideró que la mujer continúa siendo, junto a su ex pareja Rubén “La Chancha” Ale, la verdadera dueña de la empresa.

Rivero está detenida en la cárcel federal de Güemes, en Salta, acusada de integrar una asociación ilícita dedicada al blanqueo de dinero proveniente de diversos delitos, como la trata de personas.

La AFIP-DGI le había informado a Poviña que Rivero había declarado como actividades “la prestación de servicio de transporte automotor de pasajeros mediante taxis y remises y el alquiler de autos con chofer”. El organismo fiscal también había informado que desarrollaba actividades de servicios de transporte de pasajeros no clasificados y la de almacén y supermercado mayorista de alimentos.

La empresa “Cinco Estrellas” está registrada a nombre de Ángel Adolfo Ale (hijo de Rivero y “La Chancha”) y de María Florencia Cuño. Sin embargo, el domicilio fiscal que informó Rivero es avenida Roca 2.111 (hoy Kirchner). En ese lugar está la sede de la remisería, y es el mismo domicilio fiscal declarado por “La Chancha”.

Este es uno de los elementos utilizados por Poviña para sostener que Ángel Ale y Cuño son meros testaferros, y que el poder real de la remisería lo ejercen Rivero y “La Chancha”.

Absuelta, pero...

En diciembre de 2012, Rivero había sido absuelta en el juicio por la desaparición de María de los Ángeles “Marita” Verón. Había sido acusada de ser la autora intelectual del secuestro de la hija de Susana Trimarco para trasladarla a La Rioja, donde la habrían obligado a prostituirse.

Hace 15 días, la Corte Suprema de Justicia de la provincia confirmó la absolución de Rivero. Sin embargo, los testimonios de las personas que declararon durante el juicio le sirvieron de base a Poviña para la acusación.

Una de esas declaraciones fue la de Julio Mohfaud, quien en el juicio oral por la causa Verón había declarado que Rivero le había ofrecido que se incorporara al negocio de captación de mujeres para trasladarlas a prostíbulos de La Rioja y Catamarca. Tanto los jueces de la Sala II de la Cámara Penal como los miembros de la Corte tucumana, desestimaron ese testimonio al considerar que no se había producido otra prueba para darlo por cierto, y además que resultó notoria (según los fallos) la enemistad entre Rivero y Mohfaud. Sin embargo, Poviña utilizó el testimonio en su acusación.

La relación con Ale

En Orán, María Jesús Rivero se recibió de profesora de Educación Física, y a los 21 años vino a Tucumán para ejercer. Así lo declaró ante Poviña. “Conocí al padre de mi hijo (Rubén Ale) en 1989 y él (su hijo) nació en 1991”, dijo. La relación sentimental con “La Chancha” duró hasta 1999. Entre 2005 y 2006 cedió su parte de la remisería.

A pesar de que el juez consideró que la mujer sigue siendo socia de su ex pareja, ella aseguró que la relación es pésima. Incluso, detalló que en 2012 fue hasta la sede de “Cinco Estrellas” para reclamar por el dinero que le correspondía al hijo de ambos, y que Ale la recibió apuntándole con un arma.

“La relación con el padre de mi hijo fue buena hasta octubre de 2010, cuando se le ocurrió salir a difamar que mi marido (Roberto Dilascio) y yo habíamos robado dentro del club San Martín. A partir de entonces todo lo que significa Rubén Eduardo Ale me genera rencor, dolor, rabia, tristeza pero sobre todo mucha desilusión”, dijo Rivero en su declaración.