Desde el 23 de diciembre los allegados a Oscar Roberto Dilascio dicen que se presentará en cualquier momento ante el juez Fernando Poviña para que se haga efectiva su detención, acusado de integrar una asociación ilícita dedicada al lavado de activos. Lo cierto es que el año está por finalizar, y la actual pareja de María Jesús Rivero no habría retornado a la provincia.
Dilascio está acusado, fundamentalmente, por su rol como miembro de la “Gerenciadora Deportiva NOA SA”, una de las empresas que el juez considera que fue utilizada como pantalla para el blanqueo de dinero.
La gerenciadora tuvo a su cargo la administración deportiva del club de fútbol San Martín entre 2002 y 2010. Al comenzar esa gestión fue cuando Dilascio conoció a Rivero, y comenzaron una relación sentimental que se mantiene hasta hoy.
Cuando declaró en el Juzgado Federal a principios de diciembre, Dilascio contó que a los 15 años firmó su primer contrato como jugador de fútbol en el club. Pasó por varios equipos y volvió en 2000 a San Martín, ya como colaborador de la comisión directiva.
En 2011 abrió el spa “Isha”, que estaba a su nombre pero que lo manejaba Rivero. Al año siguiente, en medio del juicio oral por la desaparición del Marita Verón en el que su pareja estuvo acusada, tuvieron que cerrarlo porque las clientas habían dejado de asistir.
Actualmente, Dilascio se presentó como intermediario en la compra y venta de vehículos. “Por la persecución que hay en mi contra (refiriéndose a la acusación de Poviña) no puedo trabajar”, declaró ante el juez.
Poviña consideró en el auto de procesamiento que Dilascio disimuló u ocultó cheques que fueron encontrados en los allanamientos realizados en marzo en su vivienda, y que formó parte de la asociación liderada por Ale, generando dinero que luego introdujo en el mercado financiero para su blanqueo.