PEKÍN.- El gobierno de China aprobó de forma definitiva una serie de reformas para flexibilizar la política del hijo único y abolir los campos de trabajo. El Comité Permanente de la Asamblea del Pueblo, el máximo órgano legislativo del país, aprobó la resolución que permite que los planes entren en vigor. El Comité Central del Partido Comunista había aprobado los cambios en su pleno en noviembre, pero con la resolución de ayer el proyecto entra en vigor. Sin embargo, la implementación está ahora en manos del gobierno central y de las provincias.

Las autoridades ya habían adelantado que los cambios en la política del hijo único se harán de manera gradual. Los grupos de derechos humanos acusaron al gobierno de hacer cambios meramente cosméticos con la abolición de los campos de reeducación, creados en 1957. “Los maltratos y la tortura siguen, solamente que de un modo diferente”, afirmó Corinna-Barbara Francis, de Amnistía Internacional (AI).

La activista subrayó que aunque se eliminen los campos de trabajo, las investigaciones muestran que las mismas personas siguen siendo castigadas. Algunos centros se limitaron a cambiar de nombre, pero siguen trabajando con los mismos métodos, sólo que ahora como lugares de “rehabilitación de drogodependientes”. Hasta ahora se podía retener durante cuatro años a personas sin someterlas a juicio en los campos de trabajo. Eso hacía que muchos opositores y activistas fuesen a dar a estas instalaciones por simple orden de la policía y no contasen con ningún recurso de defensa legal.

En lo que respecta a la política de planificación familiar, en el futuro las parejas en las que uno de los dos adultos provenga de una familia de hijo único podrán tener dos hijos. Hasta ahora sólo gozaban de ese privilegio aquellas parejas en las que ambos progenitores eran hijos únicos. Hasta hoy la estricta política de un solo hijo ha reducido la población china en unos 300 millones de personas, según estimaciones.

Pero, la organización Human Rights Watch consideró que los cambios son insuficientes. “La modificación de las reglas sigue limitando de forma injusta el derecho a la reproducción”, dijo Brad Adams tras el anuncio. Quien no se ajuste a las regulaciones será castigado. Y sigue habiendo informaciones sobre abortos y esterilizaciones forzadas, indicó. (DPA)