BUENOS AIRES.- El Gobierno exigirá a las compañías prestadoras del servicio eléctrico que "atiendan personalmente y no con contestadores los reclamos de los usuarios" y anticipó que, tras la crisis actual, comenzará a evaluar las sanciones por los extendidos cortes de luz.

Así lo dijeron el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, y el ministro de Planificación, Julio De Vido, tras recorrer esta mañana el call center que funciona en el Palacio de Hacienda, en donde el Ministerio de Planificación tiene 16 puestos de atención personalizada para los reclamos de los usuarios durante las 24 horas, independientemente al de las compañías.

"Les vamos a exigir a las compañías que atiendan con personas y no con contestadores los reclamos -dijo De Vido-. Una vez que pase la crisis, producto de la ola de calor, vamos a evaluar las sanciones, multas y resarcimientos a los usuarios" que le corresponde a cada compañía.

"Estamos abocados 100% a resolver la situación provocada por esta crisis climática, este estrago ambiental que se ha producido", afirmó De Vido. Posteriormente, se evaluarán las multas, las sanciones y los resarcimientos a los afectados que le corresponde a cada compañía. "Vamos a ver qué obras se tendrían que haber hecho y no se hicieron", añadió.

"Las compañías tienen que ponerse al frente de los problemas y resolver con urgencia y a la brevedad los inconvenientes de la gente, deben devolver el servicio lo antes posible porque esa es su obligación contractual", expresó De Vido.

En ese sentido, el funcionario sostuvo que "donde hay un corte, las compañías deberían hacerse presente, poner la cara, y decirle a los usuarios en cuánto tiempo van a reponer el servicio".

Por su parte, Capitanich reiteró que "es una hipótesis de trabajo" transferir la responsabilidad por el servicio a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y a la provincia de Buenos Aires.

El jefe de Gabinete destacó el trabajo del call center del Ministerio de Planificación, al señalar que "hay 16 puestos de atención en tiempo real en forma permanente, día y noche, a afectos de atender los reclamos de los vecinos" y anticipó que el Gobierno hará "un registro estadístico sobre las llamadas recibidas, las respuestas concretas y el tiempo en que demoró la solución de los problemas".

En cuanto al funcionamiento del call center, De Vido explicó que "una vez que se reciben las llamadas, se pasa en tiempo real a las distribuidoras, Edenor y Edesur, y después hay un seguimiento doble: sobre la compañía y sobre quien hizo el reclamo".

"Si atiende un contestador, a los 15 minutos, se está llamando al usuario y a las dos horas, se vuelve a llamar a la gente afectada para preguntarles si volvió el servicio", comentó el funcionario, quien señaló que "vamos a exigir, a través de los organismos regulatorios, que las empresas tengan un call center humanizados, con personas que, además, va a generar las fuentes de trabajo, porque si no es una maquinita que recepciona y está claro que el nivel de atención es pésimo". (DYN)