“No podemos seguir como ‘Pomelo’ (el estereotipo del rockero, compuesto por Peter Capusotto). El camino está en la organización, porque los que nos une es tener esa condición de músicos”. Hernán “Cabra” de Vega, el líder de Las Manos de Filippi, ríe con ganas durante toda la entrevista en la que la música, el humor y la política aparecen inseparables.
“En estos momentos en que todo está tan claro, el humor y la ironía es una herramienta importante -asegura-. Con Carlos Menem teníamos que crear algo como ‘Señor Cobranza’, pero ahora hay que buscar otra forma de decir las cosas. Para este Gobierno, que es tan mentiroso, el humor es una buena forma”.
“El Cabra” se presentará mañana en formato acústico con su show “Carlitos Cabra Solari”, acompañando al grupo Vampiro Indio, que cumple cinco años. “Tengo gran amistad con los chicos y vengo a apoyarlos, con mis canciones políticas y humorísticas”, le contó a LA GACETA durante la conversación telefónica.
Sorpresa se lleva el periodista cuando “El Cabra” cuenta que también tiene un grupo de tango, además de la Agrupación Mamanis (un proyecto de la misma banda), y coincide con él cuando se habla de su “promiscuidad musical”.
A “Señor Cobranza” (que popularizó Bersuit Vergarabat) le siguieron canciones como “El Himno al Cucumelo”, “La Canaleta” y “Métodos Piqueteros” que, de alguna manera, acompañaron diferentes momentos sociales y políticos del país.
- ¿Con qué tipo de música trabajan?
- No nos gusta poner límites. Los ritmos están para que uno se sirva de ellos, pero lo más importante para nosotros es tomar conciencia de clase como músicos; después de Cromagnon quedó claro que somos trabajadores y que tenemos que organizarnos. Pasamos de lo más bizarro a lo más pesado, estamos como “heavy jodidos”. Pero además, tengo un trío de tango; probamos mucha música, hasta temas de reggaeton. Insisto en que no queremos ponernos límites, porque luchamos por la libertad de crear.
- ¿Y cómo conviven en la banda la música y la política?
- Ser artista tiene como dos ramas: la creatividad en tu laburo es una cosa, y la otra, la organización de los trabajadores. Hay que liberar la parte creativa. Porque es como si estuviéramos un poco hipnotizados, algo que no lo veo tanto en lugares como en La Rioja, de donde vengo de tocar, o en Tucumán, después de lo que pasó; entiendo que las cosas comienzan a verse con más claridad en algunos lugares. Creo que a cada gobierno le corresponde un estilo, al de Menem, que fue payasesco, y a este que fue de mentirosos, desde que comenzaron.
- ¿Se puede entender a la música como arte y no como mercancía dentro de una disquera, por ejemplo?
- Por más que sea independiente, el arte no existe mientras exista el capitalismo y la gente esté explotada y se muera de hambre. Antes, las compañías te daban la posibilidad de llevar un disco terminado y ellos solo te lo difundían. Ahora te meten un productor artístico y te piden 30 temas para poner sólo 10. Esto es parte del atraso que tiene el gremio rockero. Por eso hay necesidad de hacer tantos shows. La historia de Las Manos de Filippi fue una lucha contra el ‘Pomelo’ y empezar a ver todo más adultamente. Estamos muy contentos porque podemos llevar nuestra vida de adultos con el laburo y la militancia.