El tango tal vez sea la danza más difícil del mundo, como advierte Gustavo Soraire, pero también ha de ser una de las más conciliadoras. Eso quizás explique que en tierras tan lejanas como Francia, Alemania o Gran Bretaña decenas de personas se valgan de cursos y talleres que enseñan la música ciudadana para encontrar ese abrazo mágico que esta impone. Bien sabe de esto Soraire, que hace ocho años enseña el baile en Alemania y que hoy, desde las 21, dará un seminario en El Paraíso Cultural (25 de Mayo 474).
“Me fui a Europa en 2006 y allí desarrollé un sistema pedagógico que mezcla la danza con el teatro, y que doy en diferentes idiomas. Así pude enseñarles a los alemanes lo que es el tango de verdad, y no lo que ahora llaman tango salón o tango figura. La gente de allá siente la música y disfruta del acercamiento social que implica el baile, de abrazarse sin conocerse. Les parece difícil, pero eso ocurre en cualquier lugar del mundo; el tango requiere disciplina, trabajo y mucho estudio si se quiere llegar a algún lado”, manifestó.
Soraire indicó que el seminario se centrará en la musicalidad, que es aprender a escuchar el tango y distinguir el ritmo de la melodía. “La interpretación queda ya en cada uno, según las figuras que conozca”, indicó Soraire, que agregó que la clase es para todos los niveles. Inés Alvo y Martín Concha, profesores a cargo del espacio en El Paraíso Cultural, ponderaron el intercambio de conocimientos que implica la llegada de un invitado. “El baile tiene tantas formas que nunca se termina de crear y siempre puede aprenderse algo más”.