Por suerte, las lluvias que llegaron a la provincia fueron suficientes como para que los productores arranquen con la siembra, señaló el presidente de la Sociedad Rural de Tucumán días atrás a este Suplemento, pero actuando con cautela para evitar algunos contratiempos, más adelante, a medida que se desarrolla el cultivo, añadió. La falta de lluvia en la región estaba generando mucha incertidumbre a medida que pasaba el tiempo y el agua no llegaba, ya que para esta campaña, si la situación no mejoraba, muchos productores que atraviesan una situación muy delicada -financieramente hablando-, las cosas iban a complicarse más. No aguantan otro año malo.
Lo cierto es que las siembras, especialmente de soja, comenzaron a toda máquina, pero las lluvias deben seguir registrándose para dar mayor tranquilidad a los productores, ya que todavía hay zonas donde falta que caiga un poco más de agua para mejorar los contenidos de humedad útil del suelo.
Las lluvias se dieron hasta el 19 de diciembre, y desde esa fecha se vienen dando altas temperaturas, que hacen que el agua caída en los suelos empiece rápidamente a evaporarse. Es importante decir que los productores de la región no la vienen pasando bien, por lo que la cautela debe ser grande y no cometer luego errores que se puedan lamentar.
Los productores están trabajando con el financiamiento de los laboratorios y los proveedores de insumo; incluso, con el de las tarjetas de crédito de algunos bancos, por lo que este año la producción debe ser la adecuada para lograr salir del pozo.
Las lluvias deben seguir dándose para que los productores puedan seguir respirando y hacer lo que saber hacer, que es sembrar y hacer que los cultivos puedan desarrollarse y expresar todo su potencial de rendimiento.
Los agricultores deben siempre considerar cuáles son las variables determinantes del rendimiento potencial, que definen la estructura del cultivo.
Básicamente se trata de fecha de siembra, densidad y genotipo, siempre y cuando el productor haya realizado una correcta elección del lote, y que tenga la suficiente humedad y fertilidad para que el crecimiento del cultivo En la medida en que el productor pueda optimizar las variables, se podrá mantener una tasa positiva de crecimiento en el potencial de rendimiento.
Lo real es que mucho de lo que el productor puede hacer dependerá de la región en la cual decidió sembrar, pues si eligió zonas marginales complicadas, sin duda existirá un techo cada vez más bajo para lograr optimizar todas las variables que se puedan manejar. Por lo tanto, la elección del lote adecuado para sembrar se convierte en una cuestión decisiva para definir el negocio, ya que en la mayoría de los casos la calidad del sitio explica más del 50% de la variabilidad del rendimiento.
Lote, rastrojo y rinde
Precisamente, en nuestra región NOA, la calidad del lote elegido está también vinculada con el rastrojo disponible, que de ninguna manera puede faltar. Interesa aumentar los niveles de cobertura mediante la incorporación del maíz como antecesor de la soja, lo cual deriva en mayores rindes para este cultivo y ayuda a mejorar notablemente el comportamiento de los parámetros que influyen de diversa manera en el desarrollo del cultivo.
Al realizar la rotación con una gramínea estival, los beneficios de este sistema son vistos más adelante. Se da la posibilidad de compensación en los cultivos de soja posteriores al uso de la rotación.
Rotar permite, muchas veces, que las fechas de siembra, las densidades y el genotipo usado en los cultivos de soja puedan ser más elásticos y adaptarse mejor a la situación de rotación. Respecto de la fertilización, lo recomendable para la región depende de un análisis previo del suelo para tomar una decisión correcta. Muchos productores trabajan por debajo de los umbrales deseables para los distintos nutrientes que los cultivos necesitan.
Otro tema importante que nunca debe olvidarse son las adversidades como la aparición de plagas y enfermedades que puedan afectar el desarrollo del cultivo, ya que si las condiciones climáticas no vienen como corresponde en general las adversidades en plagas y enfermedades son mayores, y por lo tanto los tratamientos aumentan y hoy y los números de los productores son cada vez más finos.
Lo real es que este año productivo ya comenzó, un poco tarde para muchos, pero con cierto optimismo por las lluvias caídas. Sólo se espera que las precipitaciones sigan acompañando, como en la tercera semana de diciembre, y que los productores sean cautos a la hora de tomar decisiones. Entre ellas, las siembras, fechas, contenidos de humedad en el suelo, elección de cultivares, aplicaciones y demás labores que solo buscan dar mayor seguridad, para que el cultivo se desarrolle adecuadamente.