El chofer se dirigía hacia La Rinconada para iniciar el trayecto. Había salido desde la base de la empresa 102, en el barrio Luz y Fuerza, y tomó por San Martín rumbo a Yerba Buena. En la esquina con José Colombres, una moto se cruzó de golpe y no pudo evitar el choque. Los dos jóvenes que viajaban en la motocicleta quedaron tendidos en la vereda, sin vida. No llevaban cascos protectores en la cabeza.
El accidente ocurrió a las 14.30 en el centro tucumano. Con esos dos fallecimientos, fueron cuatro las víctimas mortales registradas durante la Navidad, en accidentes de tránsito. Directivos del hospital Padilla confirmaron que el 90% de los heridos ayer por choques, viajaban en motos.
El primer accidente trágico ocurrió a las 4.30 en la ruta alternativa de Alderetes, a la altura del puente del ferrocarril. En una moto viajaban los hermanos Marcos y Cintia Prado, quienes habrían perdido el control del vehículo y cayeron. La mujer falleció alrededor de las 10 en el hospital Padilla.
Alrededor de las 8 ocurrió el segundo accidente trágico. El agente José Gil viajaba por la ruta en su moto Honda Biz en dirección a la comisaría de Santa Ana, donde debía ingresar a trabajar. A la altura de Aguilares, una camioneta conducida por Rodrigo Fierro Corral se cruzó de carril y lo atropelló. El policía murió en el acto.
Las víctimas del choque entre el colectivo y la motocicleta, en San Miguel de Tucumán, fueron Jorge Marcelo Díaz y Maximiliano Herrera, ambos domiciliados en la zona sur de la ciudad. Marcelo Rearte, un enfermero que presenció el choque, dijo que el ómnibus no circulaba rápido cuando se cruzó la moto. “El semáforo estaba funcionando normalmente”, comentó el testigo.
La moto Honda Wave azul quedó sobre el pavimento y sus ocupantes volaron, chocando sus cuerpos contra el semáforo y los pilares de contención que están en la ochava suroeste de esa esquina. En el lugar había una botella de vino espumante y los restos de vidrio de un envase de cerveza.
Noche agitada
El subdirector técnico del hospital Padilla, Jorge Valdecantos, comentó que entre las 0 y las 8 de ayer, en la guardia del centro médico atendieron a 96 pacientes. “Hubo bastante movimiento durante la noche”, dijo el médico.
Del total de pacientes que llegaron, 60 presentaban lesiones (uno con herida leve de arma de fuego, tres con heridas de arma blanca y uno por estallido de una bomba de estruendo que estaba grava y que fue trasladado a un sanatorio). Del resto, 36 llegaron al hospital por accidentes de tránsito. “El 90% de ellos viajaban en motos”, explicó Valdecantos.