Los entendidos consideran al boxeo como el más viril de los deportes. Pero en los últimos años, las mujeres comenzaron a incursionar en una disciplina que históricamente estaba reservada sólo para los hombres. Una de las damas que en la actualidad muestra el camino es Cecilia Mena, que con 25 años es campeona argentina pluma y se convirtió en la primera reina profesional que tiene “El Jardín de la República”. La pasión por el boxeo la heredó de su padre, Carlos, que también fue púgil.
Cecilia, que vive en la zona de San Luis al 2.800, quiere librarse un porvenir en el boxeo para poder tener su casa propia y darle mayores comodidades a Carla Martina, su hija de ocho años, que es la luz de sus ojos. “Ella quiere ser cantante y abogada”, señaló Cecilia sin poder disimular el orgullo de madre que siente. “La casa en que vivimos es prestada. Por eso quiero lo antes posible tener lo mío y así vivir tranquila”, agregó.
Mena no es la única deportista de la familia. Lucrecia, su hermana de 28 años, fue campeona argentina de yudo. El recuerdo la lleva hasta sus nueve años cuando se entrenaban juntas. “En esos tiempos, salíamos con mi hermana y mi papá a correr”, rememoró Mena, que agregó que entonces le daba a la bolsa en el fondo de su casa bajo las órdenes de papá.
“Mi madre, María Cristina, falleció hace seis años, pero su alma me acompaña a todos lados. Recuerdo que la primera vez que mi padre me vio pegándole a la bolsa me preguntó si me gustaba. Empecé haciendo una exhibición para la que me preparé durante tres meses. En noviembre de 1997, LA GACETA me hizo una nota. Desde 2011, año que conseguí la licencia habilitante, soy profesional”, dijo. Lleva ocho combates, con seis triunfos, cuatro por nocauts, y sólo una derrota.
Si no se hubiera dedicado al boxeo, Cecilia confiesa que le gustaría practicar voley. “Recuerdo que fui campeona con el equipo del colegio Miguel Lillo. También practiqué yudo en el complejo Belgrano. Estaba entusiasmada, pero a los 14 años, durante un torneo, me quebré dos costillas. Ese día mi padre me dijo que no podía hacer dos cosas a la vez, por eso me incliné por el boxeo”, señaló.
Como quiere tener un futuro en este deporte, se entrena todos los días cuatro horas si tiene una pelea en carpeta. “A las seis de la mañana estoy levantada. Luego de desayunar, a las siete ya estoy corriendo por la avenida Presidente Perón. Hago 11 kilómetros. Por la tarde, de 15 a 18, estoy en el Palacio de los Deportes”, detalló.
Agrega que tiene una agenda interesante para 2014. “En marzo voy a defender el título argentino contra una rival que elija la Federación Argentina de Boxeo. A mediados de año está previsto el combate por el título sudamericano, mientras que a fin de año tendré la posibilidad de pelear por la corona mundial. Este combate se realizaría en Tucumán”, anunció.
Mena se considera una boxeadora a quien le gusta buscar el nocaut desde el mismo momento que suena la campana. “Me encanta ganar antes del límite. Si no puedo hacerlo, mi padre me ayuda a dosificar el esfuerzo para llegar entera al final de la pelea. Cada combate que gano se lo dedico a mis padres, que hicieron mucho para que yo pueda vivir este presente”, explicó.
Como hay pocas mujeres para hacer guantes, Cecilia está obligada a hacerlo con varones. “Siempre busco boxeadores que no superen los 62 kilogramos; más de eso, no me sirve”, indicó.
En las horas libres se dedica a vender todo tipo de cosas, especialmente ropa, para tener lo necesario para educar a su hija. “Regularmente hago tour de compras. Además, como mi padre es procurador y está cerca de recibirse de escribano, le ayudo a realizar trámites administrativos”, señaló la púgil, a la que le hubiera gustado estudiar Educación Física.