El mundo del tango y la balada contuvo la respiración largos minutos cuando, en la tarde del martes y poco antes de Navidad, surgió la noticia de que el eterno Cacho Castaña había sido internado de urgencia en terapia intensiva del sanatorio Los Arcos, en la Buenos Aires a la que tanto le cantó. Las alarmas aumentaron luego de que su médico personal de cabecera, Alfredo Cahe, explicó que el músico había sufrido “un desvanecimiento brusco” en su casa, y se temió un accidente cerebro vascular (ACV).
Ayer, ya con más precisiones, el propio Cahe descartó el panorama más negro y dijo que su paciente está fuera de peligro. “Hemos eliminado cosas muy severas. Por suerte, la resonancia magnética descarta todo proceso de embolia o hemorragia; pero está delicado y hay que esperar las próximas horas y cruzar los dedos”, detalló a distintos medios porteños, y resaltó que su paciente “deberá seguir internado varios días más, por lo menos tres en terapia intensiva”. “Está seguido de cerca tanto por mí como por el doctor (Jorge) Lantos,”, agregó. Mientras tanto, se le realizará una batería de estudios para determinar su real estado de salud y obtener un diagnóstico preciso.
A criterio de Cahe, la descompensación se habría debido a una “disfunción metabólica respiratoria”, problema que arrastra desde hace tiempo. Ayer pasó el día entubado y sedado para facilitar su evolución, “en inducción al sueño para que se tranquilice, pero no está en coma”, aclaró su médico. El cantante viene registrando frecuentes entradas y salidas de los sanatorios desde hace años, mayormente por afecciones pulmonares derivadas de su adicción al cigarrillo, que le produjo un efisema pulmonar. En 2005, un equipo cardiológico encabezado por el doctor Luis de La Fuente, le colocó tres stents que liberan medicamentos para evitar alteraciones cardíacas.
Su última internación fue en abril tras padecer una descompensación, pero a principios de mes fue tratado por una infección urinaria crónica. Precisamente, esta afección habría causado una sensible baja en sus defensas orgánicas, lo que sería la causante de su desmayo.
La pareja del seductor
Humberto Vicente Castagna (es su nombre real) tiene 71 años, y está acompañado por su pareja Marina (varios años menor que él), quien también es su manager, en una sala del segundo piso de la exclusiva clínica privada, que no emitió ningún parte oficial sobre su estado. “Su novia lo contuvo. Estaba en el momento del desvanecimiento y lo acostó inmediatamente. Últimamente Cacho cambió bastante su estilo de vida, está muy positivo en lo laboral y en las ganas que le pone a su trabajo y a su pareja. Hoy no es difícil tratarlo, pero sí equilibrar su respiración, su corazón y sus riñones”, aseveró Cahe ayer.
El sábado 7, el seductor compositor presentó en Tucumán el show “Aquellos viejos amores”, con la cantante Adriana Varela, en un repleto club Central Córdoba, que coreó y aplaudió a rabiar sus temas más conocidos.