En abril de 1924, el entonces rector de la Universidad Nacional de Tucumán, Dr. Juan B. Terán, se dirigió a la comunidad tucumana y a las autoridades nacionales para comunicar los importantes avances que se estaban haciendo en materia educativa dentro de la institución.

En este marco, se refirió específicamente a la creación y puesta en funciones del Museo de Ciencias Naturales para resaltar que dentro de este espacio se estaban publicando trabajos originales producidos por los profesionales de esa área, como el director de dicha institución, Dr. Miguel Lillo, y también para anunciar que a los fines de seguir recopilando y clasificando material se habían llevado a cabo dos excursiones de estudio e investigación.

También anunció en esa oportunidad que habían conseguido terrenos dentro del Parque 9 de Julio para instalar finalmente el Museo y que el mismo estaría ubicado junto al Jardín Botánico, constituyendo así una atracción para el público y un refugio apto para la investigación científica.