Lina Lencina se acerca con cara de preocupación al vendedor y le dice: “¿Tiene un monstruo que se estira? Algo así, no sé”. El vendedor -que sí sabe- le saca una reluciente caja con una momia: “Stretch Monster, éste es”, le dice sin titubear mientras apoya la caja en la mesa. 

- ¿Cuánto?- pregunta la mujer. 

- $750- responde. 

- Ah la mier... espero que por ese precio también barra la casa- bromea Lina, quien hace cuentas mentales en su cabeza. “Creo que vamos a pedirle a la abuela una colaboración. Mi hijo de seis años me lo viene pidiendo hace tiempo porque lo ve en la tele. Cualquier otra cosa que le regale no va a ser lo mismo”, explica. 

Esos segundos de publicidad son los que definen gran parte de las compras navideñas. “Los padres vienen preguntando por el muñeco, la pista o el juego que sus hijos vieron”, explica Héctor Sosa, encargado del local de Guindi de la peatonal Muñecas. 

Por lo general, se trata de personajes de moda que protagonizan los dibujos animados y las películas infantiles. 

Según Héctor, lo que desvela a los chicos de cinco a 10 años son el robot transformer: Optimus Prime, Megatron, Starscream, Arcee, Ratchet, Bulkhead. También los superhéroes, como Spiderman o la línea de Cars y los autos de Hot Wheels. Los más grandes piden autos a control remoto o algún objeto de la línea de Star Wars. 

A las nenas las fascinan las fábricas de helado o de pastas. En el mundo de las muñecas, las Barbies compiten con las Monster High de igual a igual. “De hecho, las Monsters tienen lista de espera porque las chicas están fascinadas y se agotan”, comenta Mario Albo, un vendedor. Estas muñecas son la antítesis de las clásicas modelos de Mattel. Nada de color rosa ni melenas rubias. Sus cabellos son negros o violetas y están llenas de calaveras. 

“Lo bueno es que además de las líneas originales, que son caras, hay opciones alternativas más económicas de la mayoría de los personajes”, explicó Héctor. Porque en este mundo de juguetes, lo que importa es saber escuchar lo que los chicos quieren. “Hay papás que les imponen un juguete y al final terminan perdiendo dinero porque los chicos saben muy bien qué quieren”, dice. 

Un promedio de $250 por chico es lo que gastan los padres en la juguetería Cachavacha, explica su dueña Mariana Fernández Sigona. Hasta el momento, los artículos de Dragon Ball Z ocupan el 1° puesto del ranking de los varones, y le siguen los superhéroes. En el caso de las nenas, prefieren cualquier producto de Violetta o el muñeco de la Doctora Juguetes. “Entran y preguntan: ‘¿qué tenés de Violetta?’ y después eligen”. Hay muñecas, sets de maquillaje, fábricas de helado y hasta disfraces. 

“A mí me gusta todo”, dice Sofía, de cinco años. Su mamá, Karen Rocha, la llevó hasta la juguetería para que vaya viendo y se decida. “Yo quería una tablet, pero mi mamá dice que es caro eso para Papá Noel. Ahora quiero un juego de Juliana”, cuenta.

$3.200
Tractor a batería

Se enchufa y se carga igual que un celular, los chicos se ponen al volante y pueden andar por todas partes.

$1.500
Optimus prime

Cualquiera de los personajes de los Transformers Rescue Bots hacie furor.

$320
Fábrica de helados

La que más piden es la de Violetta, pero también hay una de pastas y de papas.

$540
Un clásico

Las Barbies siguen liderando las ventas. La línea de diseño de moda es lo que más sale.

$1.500
My little pony

El castillo de estos pequeños amigos viene con dos Ponys para que lo habiten.

$750
Stretch monsters

Son varios monstruos que cuando los estiran se les salen partes del cuerpo.

$2.700
Los aviones de cars

Dusty funciona a control remoto y mueve la boca. Es una línea nueva y colorida.

$750
la doctora juguetes

Esta linea de Disney también trae accesorios y otros juegos opcionales.

$460
VIP pets

Una línea de mascotas monsters. Vienen con cepillo y de varios colores.

$1.120
Mami doctora

Es una muñeca que necesita de muchos cuidados. Viene con varios accesorios con luces y sonidos.

$1.500
A control remoto, para grandes y chicos

“Lo que siempre piden es que sea resistente a los golpes”, cuenta Mario, el vendedor. Algunos alcanzan una velocidad de 11 km/h. Hay más chicos y de colección que rondan los $500.

$2.900
Toffe es Un pony que responde a los sonidos, come y se mueve

Este caballito parece una mascota y también necesita que lo cuiden. Cuando le dan la zanahoria abre los ojos y la boca. Si su dueña aplaude, el pony se sienta.

$750
Hot wheels

Esta pista tiene una particularidad: se coloca en la pared.

$1.000
Para el relax

En este spa las chicas sumergen sus pies en una bolas que giran.

$900
Un cars que habla

Rayo McQueen puede hablar y contar hasta 15 historias distintas.

Hasta $320
Linea “juliana”
Este clásico va sumando opciones, como la Diseñadora y el make up artístico.