El Instituto para el Desarrollo Social Argentino (Idesa) dio a conocer un informe a partir de los resultados de la evaluación internacional PISA, que ubicaron a Argentina en el puesto 58 entre 65 países, y séptimo en América Latina.
Según Idesa, en el NOA y NEA, el 66% de los alumnos de las escuelas estatales no alcanza el nivel 2 de la evaluación en capacidades de lectura -considerado el umbral mínimo de capacidades para poder desarrollar un futuro con éxito en el mercado laboral-.
Una formadora de docentes y dos docentes de nivel primario y secundario consideraron que las cifras son preocupantes, pero criticaron la manera en las que se llevan a cabo las evaluaciones PISA. Cuestionaron el método evaluativo.
“Las pruebas PISA se basan en investigaciones cerradas, de corte cognitivista y descontextualizado. Se elaboran modelos de respuestas únicas e ideales que no tienen en cuenta la riqueza de las interpretaciones que cada sujeto pone en juego cuando lee, que les vienen de su propia cultura y de su biografía lectora, cómo las asocia, y además construye significaciones que coinciden con los entornos culturales. La respuesta correcta es una sola, y la prueba se elabora con multiple choice”, explica Elba Rosa Amado, docente de la cátedra de Didáctica específica y Residencia docente en el Profesorado en Letras (UNT). Desde un punto de vista pedagógico y humano, Amado recalca que los procesos de comprensión son muy complejos porque tienen elementos cognitivos y lingüísticos. “Entender la lectura desde una mirada sociocultural significa que los estudiantes deben conocer la cultura dominante desde sus propias lógicas. La educación tiene que ser liberadora, por eso se habla de apropiación más que de aprendizaje”, señala la experta, que considera acertada la política educativa del Ministerio de Educación en cuanto a inclusión y reconocimiento de la diversidad y la desigualdad.
En ello coincide Adriana Cuello, desde la escuela secundaria Maestro Arancibia, y considera fundamental fomentar la formación de docentes en servicio (que ya empezó este año y seguirá en 2014) al tiempo que cuestiona los criterios evaluativos de PISA.
“Hay que tener en cuenta que todos los cambios en educación se ven en mediano y largo plazo. Hay realidades escolares muy distintas -señala la directora-. A mi escuela asisten hijos de padres que no han hecho el nivel secundario, y que han terminado muy pocos el primario. Pedirles a los chicos que salgan bien en estas pruebas es de a poco”.
Aguzar el ingenio
“No es novedad que a partir de la PC y de los celulares, entre otros dispositivos, los chicos no leen; cuando tienen que buscar información o leer copian tal como está en internet”, afirma Marisa Andrada, maestra de 5° y 6° grado en la escuela Alfonsina Storni.
“En nuestra escuela la lectura es cosa de todos los días, con propuestas lúdicas que los motivan a buscar información, como ser la organización y conducción de los actos escolares desde 2° grado -comenta la maestra-. Además, en la primera hora de clase, leen un texto extra”. Andrada considera que los docentes deben aguzar el ingenio para motivar a los chicos a la lectura.