BUENOS AIRES.- La imagen positiva de la presidenta, Cristina Fernández, registró una fuerte caída en diciembre, a la vez que creció la desaprobación a su gobierno, según un sondeo realizado durante las protestas policiales que desataron una ola de saqueos en muchas provincias. 

Ni el silencio inicial de Cristina ni la teoría oficial sobre la planificación de los saqueos ni el baile con Moria Casán en la fiesta con músicos y actores en Plaza de Mayo, parecen haber contribuido para frenar el incremento del malhumor social.

Si había una estrategia pensada para amortiguar el impacto, esa estrategia fracasó: la Presidenta termina el año con una fuerte caída en su imagen y en la de su gobierno. La rebelión policial, los 11 muertos y el manejo de la crisis, ubican a Cristina en uno de sus peores momentos, sólo comparables con la época de la pelea con el sector agropecuario y con los meses previos a la muerte de Néstor Kirchner.

La curva descendente, atribuida al crecimiento de la inseguridad y de la inflación, no es nueva, pero sorprende que la tendencia se haya profundizado tanto y en tan corto tiempo. 

La irrupción de los focos de protesta en las provincias terminó de enterrar la idea que sobrevolaba en círculos políticos, de que la enfermedad y la posterior licencia de la Presidenta la preservaban de los eventuales errores que pudieran cometer sus ministros o Amado Boudou. La desaprobación de la gestión cayó más de 10 puntos de noviembre a diciembre y trepó casi hasta el 60%, y los niveles de aprobación bajaron del 42% al 30%.

La imagen personal de Cristina también retrocedió 14 puntos: sólo un 27,9% habla bien de ella (contra el 42,3% del mes anterior). La imagen mala sube del 30% al 38%. Los números se desprenden de una encuesta nacional elaborada en exclusiva para “Clarín” por la consultora Management & Fit. (clarin.com)