De la mano de una tanda publicitaria radial, el Mango Africano se instaló en nuestro medio. Al comienzo se lo recibió como un producto más entre los tantos que ayudan a adelgazar. Pero a medida que la gente lo fue probando, el “Mango Salvaje” oriundo de la selva tropical de Camerún, en África, comenzó a causar la misma revolución que en los Estados Unidos, ya que de boca en boca se va transmitiendo su poder para luchar contra el sobrepeso y la obesidad.

Por tratarse de un fitofármaco, LA GACETA recurrió al farmacéutico formulista tucumano, Hugo Calcagno Guerineau, miembro de la asociación Española de Farmacéuticos Formulistas y de la Sociedad Argentina de Farmacia y Bioquímica Industrial, para que nos hable sobre las bondades del también llamado “Mango de Bush”.

Contó que es un fruto de un árbol originario de Gabón, África, que desde hace miles de años lo utiliza la población local como un componente básico de la dieta y como una solución para otras necesidades. “Trituraban la semilla de la fruta y la utilizaban para cocinar. Cuando emprendían largos viajes de caza llevaban su pasta para alimentarse y luchar contra el hambre. El fruto fue reconocido por la cultura occidental en los últimos 20 años, después de que los científicos descubrieran los beneficios que Irvingia gabonensis tiene para la salud de las personas...”, narró Calcagno Guerineau.

Inhibe la producción de grasa

Estudios de laboratorio indican que el extracto de la semilla del Mango Africano tiene la capacidad de inhibir la producción de grasa mediante determinados efectos sobre ciertos genes y enzimas que regulan el metabolismo. Un equipo de investigadores de la Universidad de Yaounde (Camerún), dirigido por el doctor Julius E. Oben, ha realizado un estudio (según ellos, el primero que se hace en relación a este extracto) sobre 102 adultos, cuyos resultados han sido publicados por la revista Lipids in Health and Disease.

La muestra de voluntarios, todos adultos con sobrepeso, fue dividida al azar en dos grupos: uno tomó el extracto y el otro un placebo, dos veces al día durante 10 semanas. Los participantes siguieron con sus actividades rutinarias, sin hacer ningún tipo de dieta ni actividad física especial.

Transcurrido ese tiempo, se comparó el peso de los participantes con el que tenía cada uno antes de comenzar la prueba. Los que habían ingerido el placebo apenas alteraron su peso, pero los que tomaron el extracto habían reducido en promedio 12,7 kilos. Este último grupo también había bajado el azúcar en sangre y el colesterol LDL (el llamado “colesterol malo”). Además, lograron adelgazar -aparentemente- sin efectos secundarios, ya que los descriptos por los participantes que adelgazaron no diferían de los que tomaron el placebo.

Un quemagrasas

El alimento natural colabora ayuda al cuerpo a quemar la grasa almacenada, en lugar de bajar peso con la reducción de líquidos o de la masa muscular. Quema la grasa porque acelera el metabolismo de forma natural. A la vez, ayuda a desintoxicar el organismo y quemar más calorías. Un metabolismo lento puede provocar mala digestión, y hacer que no reciba mucha energía de los alimentos que ingiere

Suprime el apetito

Es un regulador de la leptina, identificada como una hormona principal que influye sobre el peso. Es la hormona que le avisa al cuerpo que se ha saciado. Los niveles más bajos de leptina influye negativamente en la alarma que enviamos al cerebro cuando nuestro cuerpo está saciado y nos lleva a comer en exceso. Así es muy difícil perder peso. Con un buen funcionamiento de la leptina, informamos a nuestro cerebro de que ha llegado la hora de dejar de comer.

Fuente de fibra

El mango africano retrasa el proceso de vaciado gástrico que hace que el alimento se digiera más lentamente y la saciedad perdure por más tiempo. Es también una fuente muy alta de fibra soluble que ayuda a suprimir el apetito. La fibra también actúa como un laxante, que le ayuda a deshacerse de los residuos acumulados en su organismo.

“Elaboramos el extracto de Mango Africano en cápsulas. La dosis indicada es una en ayunas y otra después de cenar”, aconsejó Calcagno Guerineau.

Diferencias

- El mango que nosotros compramos en Tucumán para consumirlo como fruta es el mango de la India (mangifera indica) que sólo tiene propiedades nutricionales. El mango africano -su nombre científico es Irvingia gabonensis-, se cultiva en Gabón, África. También tiene propiedades nutricionales, pero los últimos estudios científicos reportaron evidencias con excelentes resultados para el tratamiento de la obesidad.  

- Mango Africano es un fitofármaco para el tratamiento natural de la obesidad, y  es un coadyuvante de la dieta hipocalórica y de la actividad física dosificada.

- La OMS recomienda una disminución del peso corporal de 2 kilos como máximo al mes, para adelgazar en forma saludable.