Habrá cinco modalidades para ver “El hobbit: la desolación de Smaug” en Tucumán: en inglés, en castellano, en 2D, en 3D y -por primera vez- con la tecnología 3D HFR. Se trata de un sistema que proyecta 48 cuadros por segundo, contra los 24 históricos del cine. Esto permite ver mucho más en detalle las escenas en movimiento. Un deleite en el caso de una superproducción de estas características.

Las dos salas del Atlas cuentan con proyección 3D HFR y fueron autorizadas por Warner -distribuidora de la película- para utilizarla. Claro que antes debieron atravesar un control de calidad. Las pruebas técnicas fueron coordinadas desde Hollywood y tuvieron como objetivo medir el funcionamiento del proyector y su calibración. LA GACETA asistió a uno de esos ensayos, efectuados el mes pasado. Se hicieron con tráilers de El Hobbit y con pasajes de documentales en alta definición.

En total más de 100 salas recibieron el OK de Warner en todo el país para emplear el 3D HFR, según informó www.cinesargentinos.com.

Como todo megalanzamiento, esta segunda parte de El Hobbit copará los complejos tucumanos. En Cinemacenter, Sunstar y Cines del Solar se dispuso más de una sala para sostener el tanque hollywoodense, llamado a mantener el flujo de público que traccionó a los cines la segunda parte de Los Juegos del Hambre.

Atracción turística
Nueva Zelanda, país en el que Peter Jackson rodó “El señor de los anillos” y “El Hobbit”, instaló el libro tridimensional (pop-up) más grande del mundo. Ocupa un área aproximada del tamaño de dos canchas de tenis por 50 metros de altura. Los asistentes pueden meterse al libro y visitar las cuatro principales locaciones de filmación de la trilogía, combinando el libro, la magia del cine, y la realidad de la verdadera Tierra Media.

Con piezas originales del set de la película y características vivas de los paisajes, el libro emplea numerosos recursos y técnicas multimedia.