BUENOS AIRES.- El músico Carlos "Indio" Solari subrayó hoy que "un artista recibe emociones y las transmite", al hablar de la inminente salida de su nuevo disco, "Pajaritos bravos muchachitos", el cuarto desde que se apoya en la banda Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado.
   
El ex líder de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota rompió esta mañana su silencio (se había prometido no volver a hablar con la prensa luego de que sus declaraciones fueron "sacadas de contexto" tiempo atrás), y lo justificó en una "cábala" que tiene con Mario Pergolini, quien lo entrevistó antes de la edición de cada uno de sus discos.
   
"Un artista lo que hace es recibir emociones y las transmite, las mezcla, las bate, las agita y las vuelve a poner", planteó Solari cuando se le preguntó por el proceso compositivo.
   
Contó los pormenores de haber incluido en el álbum una canción firmada por los ex Redonditos de Ricota "Semilla", Sergio Dawi y Walter Sidotti: "Se me ocurrió que ya había llegado el momento, por mí los hubiera invitado en el primer disco", dijo, aunque aclaró: "No quería que se considerara una reunión de los Redondos, por eso les pedí que ellos compusieran el tema".
   
Al referirse a las listas de temas que toca en cada show en vivo, manifestó: "Lo que yo toco son todas mis canciones, los temas no son de los Redonditos, son míos. No hay una sola canción que no sea mía. Yo toco todas mis canciones. No puedo tocar todo del último material. Pero con Los Redondos hicimos como diez discos y míos tenía tres hasta ahora, entonces hay muchos temas de Los Redondos que disfruto hacer con esta banda porque suena bárbaro. Pero no hay ninguna puta canción que no sea mía, entonces tengo derecho a usarlas en el momento que quiero".
   
Siempre sobre las presentaciones en vivo, admitió que tiene que "tomar dos Diclofenac" y que si no fuera así tocaría "por lo menos cinco o seis veces por año". A ello se suma que su público "no es de los más respetuosos, que se les dice que el show está 'sold out' y no van. Son chichoneros, van igual, se ponen a bailar enfrente, y es peligroso, porque estamos hablando de miles de personas. Es una batalla grosa. Me gustaría también tocar en un teatro, pero se hace muy difícil, yo no puedo hacerlo". (DyN)