Algunos comercios del microcentro de San Miguel de Tucumán bajaron sus persianas alrededor de las 10.40, de igual modo que algunas entidades financieras de la city. La decisión se habría adoptado ante el rumor de posibles ataques, mientras un grupo de agentes se concentra frente a la Subjefatura de la Policía para pedir un aumento de sueldo.
Galerías comerciales y decenas de negocios pusieron sus rejas de manera preventiva. Algunos comerciantes atendieron con las persianas a media altura, mientras que otros optaron por cerrar y mantenerse en alerta, incluso, con fierros y palos.Algunos bancos, como el Francés y el HSBC, cerraron sus puertas ante el clima enrarecido que se percibía en las calles. El Banco Comafi mantuvo sus puertas con llaves, aunque permitió el ingreso esporádico de clientes.
El jefe de la Regional Capital, Luis Medina, indicó que no se habían denunciado saqueos hasta el mediodía. "Hubo rumores de saqueos por la Terminal vieja, pero no pasó nada. Hay seis grupos de combate en las cuatro avenidas y en el microcentro. Es psicosis de la gente, inducida por alguien que no sabemos qué buscan. No hubo ningún saqueo ni vamos a permitir que ocurran".
El presidente de la Federación Económica de Tucumán (FET), Pedro Omodeo, indicó que se comunicó con el secretario de Seguridad Ciudadana, Paul Hofer, quien les brindó las garantías y tranquilidad para que los comerciantes.
"Hay una especie de psicosis colectiva", dijo. Consideró que el clima se enrareció este lunes a la mañana "por un incidente entre un ambulante y un comerciante, que fue en la calle Maipú. A partir de eso se generó un clima de psicosis". "Es una situación que se está autogenerando", señaló.