Las familias, los grupos de amigos, las delegaciones de los clubes y hasta los que nunca habían visto hockey se encolumnaron hacia el “gigante blanco”. En el estadio de Natación la convocatoria resultó variada. Y cada día en el prime time, hasta ayer exclusivo de Las Leonas, sobraron las historias.

Para hacer la previa con las mismas comodidades del hogar, Jorge y Maxi Garretón, y Sandra de la Vega llevaron una conservadora. El trío le hizo pito catalán al calor. “Traemos bebidas frescas y sanguches”, explicó Jorge. “Vine a ver varios partidos y esta vez me di cuenta de que el negocio es venir con la conservadora. Hace mucho calor”, remarcó “Maxi”.

Durante la Liga Mundial la familia de la arquera Belén Succi padeció el rigor de las altas temperaturas. Caminando lentamente por la vereda de la avenida Benjamín Aráoz, el esposo de Belén, su mamá y su hijo llegaron temprano para cumplir con el ritual. “Cuando cantan el himno ya tenemos un código de saludo”, reveló Lucrecia. Bautista, el bebé, dormía en el coche que comandaba su papá rumbo a la tribuna techada del estadio.

“Duerme por ratos y lo despertamos. Eso sí, apenas termina el partido va al vestuario para que la mamá lo saque a la cancha”, explicó la abuela.

Más temprano que la familia de Succi se apostaron en las gradas las delegaciones de los clubes. En la cabecera norte del estadio las salteñas se hicieron sentir. “Vinimos 60 personas. Estamos parando en el Liceo Militar. Comemos, dormimos, tenemos pileta; todo está muy lindo”, reconoció Agustina Villa, entrenadora del Jockey Club salteño.

Con la bandera de la Escuela Municipal de Hockey de Aguilares, Silvia Leiva, Soledad Robles y Eugenia Paz estaban entusiasmadas por lo que vivían sus alumnas. “Vinimos ocho, pero el último día seremos 50”, explicó exultante Leiva. No es para menos, porque varias niñas verán por primera vez a sus ídolas.

Con las mismas ganas disfrutaron la penúltima jornada las jugadoras de La Tablada, de Córdoba. “Hace seis meses planificamos el viaje y desde entonces ya teníamos las entradas”, detalló Florencia Bravo. Las cordobesas son privilegiadas, como todos los que atesoran sus localidades, porque ya no hay más para el cierre de la fiesta.