Concretada la victoria en las urnas, Raúl Alfonsín y su equipo se tomaron el mes de noviembre de 1983 para darle forma definitiva a la estructura que conduciría el país a partir del 10 de diciembre. El presidente electo nutrió el gabinete con algunas experimentadas figuras del radicalismo, abrió el juego a los integrantes de su espacio (el Movimiento de Renovación y Cambio, MIR) y fue generoso con los jóvenes de la Junta Coordinadora Nacional, de activa e influyente actuación durante la campaña.
Ocho ministerios integraban el organigrama de la administración pública hace tres décadas. Ninguna mujer formó parte del primer gabinete, y de los 31 ministros que Alfonsín designó durante su mandato la única mujer fue Susana Ruiz Cerutti, de brevísimo paso por la Cancillería en 1989.
La articulación política del Gobierno quedó en manos de Antonio Tróccoli, un histórico que se había formado a la par de Ricardo Balbín en el ala menos progresista de la UCR. Alfonsín confió en que desde el Ministerio del Interior la capacidad dialoguista de Tróccoli sirviera para conducir las relaciones con el peronismo.
Al santafesino Raúl Borrás, gran amigo de Alfonsín y uno de los fundadores del MIR, le tocó una de las misiones más complicadas; el Ministerio de Defensa. Debió lidiar con militares que estaban en retirada pero mantenían intacto su poder y eran una amenaza permanente para la joven democracia. Borrás se concentró en cambiarles la cara a las Fuerzas Armadas, para lo que era imprescindible desarticular el aparato represivo. Además, fue uno de los fogosos propulsores del Juicio a las Juntas. Murió en 1985, a causa de un cáncer de pulmón.
La designación de Dante Caputo en la Cancillería fue una sorpresa. Académico -doctorado en La Sorbona-, joven (40 años), condujo una agenda multilateral que apuntó a posicionar al país en todos los escenarios. Acompañó a Alfonsín casi hasta el final del mandato.
Para el ingeniero Roque Carranza, líder reformista en sus tiempos de estudiante, férreo opositor al peronismo, fue el Ministerio de Obras y Servicios Públicos. Reemplazó a Borrás en la cartera de Defensa y murió en 1986 a causa de un infarto.
El sanitarista Aldo Neri fue el encargado de implementar, desde el Ministerio de Salud y Acción Social, el Plan Alimentario Nacional (PAN), iniciativa que apuntaba a erradicar el hambre del país. En tanto, Carlos Alconada Aramburú, designado al frente del Ministerio de Educación, tenía entre sus objetivos devolverles a las universidades la autonomía legada por la reforma de 1918. Fue una elección llamativa de Alfonsín, teniendo en cuenta que Alconada Aramburú era balbinista y, por ende, cercano en las ideas a Fernando de la Rúa, rival del flamante presidente en el partido.
Keynesiano, confrontativo con la banca internacional (se negó a pagar hasta que la deuda externa fuera auditada), partidario del control del tipo de cambio. Así se plantó Bernardo Grinspun al comando del Ministerio de Economía.
Y para la cartera de Trabajo Alfonsín jugó una carta fuerte. En manos de Antonio Mucci, ex obrero gráfico, depositó un plan apuntado a democratizar los sindicatos, incluyendo -entre muchos otros cambios- la participación de las minorías en la conducción de los gremios. La “ley Mucci” fue rechazada por el PJ en el Congreso y la oportunidad histórica se perdió.
La Coordinadora había nacido en 1968, en el marco de la oposición a la dictadura de Juan Carlos Onganía. Numerosos integrantes de ese espacio fueron espadas de Alfonsín en la Cámara de Diputados. Otros respaldaron al Gobierno desde las provincias. ¿Algunos nombres? Alfredo Storani, Marcelo Stubrin, Leopoldo Moreau (que militaba en el MIR desde principios de los 70), Jesús Gutiérrez, Ramón Mestre...
También pertenecía a la agrupación Facundo Suárez Lastra, quien fue designado intendente de Buenos Aires (por aquel entonces era potestad del Presidente de la Nación). Pero el hombre clave de la Coordinadora era Enrique Nosiglia, figura central de la política nacional desde hace 30 años, casi siempre en el rol de operador de bajo perfil. Nosiglia ocupó el Ministerio del Interior cuando se agotó el ciclo de Tróccoli.