BUENOS AIRES.- El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, reclamó ayer a la Unión Industrial Argentina (UIA) mayor inversión privada y ratificó que para el Gobierno nacional “la mejor herramienta es el tipo de cambio con flotación administrada”. “Pero también es muy importante reconocer que es una herramienta para corregir el spread de productividad de corto plazo o de mediano plazo, pero en el largo plazo la productividad de los factores depende del estado de capital y el estado de capital depende de la capacidad de la economía para fomentar inversión pública y privada”, planteó el funcionario nacional.

Capitanich disertó ayer en el cierre de la 19° Conferencia Industrial Argentina, y destacó que la decisión estratégica de la Presidenta de la Nación (Cristina Fernández) es invertir en infraestructura pública para reducir costos sistémicos que promuevan naturalmente el impulso al tipo de cambio real, efectivo y diferencial.

“Me parece muy importante transmitir esta decisión política de la Presidenta para impulsar la inversión pública con el objeto de reducir costos sistémicos, inyectar un incremento de afluencia de moneda extranjera, de divisas, pero a su vez, lograr también el efecto sobre otra cuestión que es clave, que es el tipo de cambio”, insistió el jefe de ministros ante los empresarios.

Capitanich insistió en que la mejor herramienta es el tipo de cambio con flotación administrada y recordó que cuando esa variable se utilizó como un sistema de estímulo para la apertura de la economía, con el fin de aumentar la competitividad, generó “efectos desastrosos”.

“Nosotros sabemos que la literatura económica plantea dos alternativas: tipo de cambio fijo o tipo de cambio flotante. Y la flotación puede ser libre o administrada. Pero en definitiva se utilizó siempre el tipo de cambio para generar, o corrección del spread entre la productividad media de la economía argentina o de los factores productivos con respecto a otras economías más avanzadas, o se generó como un sistema de estímulo para la apertura de la economía, con el objeto de presionar para aumentar una competitividad que finalmente logró efectos desastrosos”, detalló.

Capitanich se refirió a los reclamos del sector industrial, que transmitió antes de su discurso el presidente de la UIA, Héctor Méndez, y que se referían a la necesidad de garantizar la competividad e intensificar el diálogo.

“Ustedes plantean siempre las demandas desde el punto de vista de reintegros o de presión fiscal o impositiva. El Estado, los gobiernos, le piden a los empresarios que inviertan porque esa es la capacidad para generar valor y empleo sustentable. Y la verdad es que no tiene que haber ninguna dicotomía entre el espíritu innovador, emprendedor, de obtención de rentabilidad con la responsabilidad social, no solamente de pagar impuestos, sino también de ser agentes y difusores de un país como el nuestro que tiene enormes potencialidades para su desarrollo”, planteó el jefe de ministros.

Capitanich agregó: “nuestros desafíos hacia adelante tienen que ver con resolver los problemas de estrangulamiento de sectores y de precios que tienen que ver con más inversión, lo cual implica más oferta de bienes y servicios, una regulación económica eficaz y eficiente, y por supuesto, los estímulos para pensar que la inversión debe dejar de lado una mera búsqueda de beneficios de corto plazo”.

Los dichos de Capitanich y la exposición del ministro de Economía, Axel Kicillof, en la primera jornada de la convención empresarial, fueron en una misma dirección. Ambos funcionarios requiriendo al sector privado más inversiones, sin la caída de los salarios. (DyN)