DAMASCO.- Islamistas vinculados con Al Qaeda tomaron de rehenes a varias monjas en un convento de una histórica ciudad cristiana de Siria, luego de capturar extensas áreas de la localidad, tras varios días de combate con el Ejército. En el vecino Líbano, en tanto, el Gobierno autorizó a las Fuerzas Armadas a asumir el control de la ciudad de Trípoli durante seis meses, en un intento por poner fin a la creciente violencia sectaria, que está en gran parte vinculada a la guerra civil en la vecina Siria.
Un grupo pro opositor que documenta la violencia en el país aseguró que el conflicto entre el gobierno del presidente Bashar Al Assad y opositores armados ya provocó más de 125.000 muertos desde su inicio, en 2011, y que más de la tercera parte de esas víctimas eran civiles.
Los combates en la ciudad cristiana de Malula, al noreste de Damasco, comenzaron el viernes por la noche cuando los extremistas islámicos del Frente Al Nusra volaron un puesto de control en uno de los accesos y luego tomaron grandes partes de la localidad. El pintoresco centro urbano, ubicado entre colinas, es un símbolo de la presencia cristiana en Siria, y sus 5.000 residentes son algunos de los pocos del mundo que aún hablan arameo, la lengua de Jesús.
Los insurgentes afirmaron que tomaron todo el control de la ciudad, a 60 kilómetros de la capital, pero el informe no fue confirmada por el gobierno ni pudo ser verificada de manera independiente.
La agencia de noticias estatal SANA dijo que los islamistas irrumpieron en el convento de Santa Tecla y tomaron de rehenes a la madre superiora Pelagia Sayaf y a cinco monjas. Los atacantes cometieron actos de vandalismo en el céntrico convento y en barrios de Malula, donde aun se combate.
En el convento viven unas 40 monjas y huérfanos, que son algunos de los residentes que se quedaron en la ciudad luego de que los insurgentes ingresaran en ella primero, en septiembre pasado, antes de que el Ejército la recuperara con una ofensiva. Aunque dos obispos y un sacerdote fueron secuestrados por insurgentes durante, hasta ahora no se tenía noticias de monjas afectadas por la crisis.
Las minorías, incluyendo a los cristianos, están del lado de Al Assad o han permanecido neutrales, porque temen por su futuro en caso de que lleguen al poder los extremistas islámicos que forman el grueso de la insurgencia. El grupo Estado Islámico de Irak y del Levante, vinculado a Al Qaeda, convirtió la iglesia de los Mártires, en Al Raqa, en la oficina legal de la organización en la provincia. Los combates en Malula, que está rodeada por tanques del Ejército, coinciden con una ofensiva desde hace varias semanas que permitió al Ejército recapturar varias ciudades. (Télam)