BANGKOK.- Unos 1.500 manifestantes antigubernamentales ingresaron por la fuerza en el complejo de los cuarteles del Ejército de Tailandia en Bangkok, la última escalada en unas protestas en la ciudad que buscan derrocar a la primera ministra Yingluck Shinawatra. En otra zona de la ciudad, otros miles de personas se congregaron frente a la sede del partido gobernante de Yingluck, gritando "¡Fuera, fuera!". La invasión de las instalaciones del Ejército profundiza un conflicto que está enfrentando cada vez más a la clase media urbana con los seguidores fundamentalmente rurales de Yingluck y su hermano, Thaksin Shinawatra, ex primer ministro derrocado por un golpe militar en el 2006. Los manifestantes, que han rechazado reiterados pedidos de diálogo del Gobierno, acusan a Yingluck de abusar de la mayoría parlamentaria de su partido para sacar adelante leyes que fortalecen el poder detrás de escena de su multimillonario hermano auto-exiliado.

Aunque el Ejército trasladó su principal centro de comando a un campo al norte de Bangkok hace tres días, la ocupación del terreno por parte de los manifestantes es profundamente simbólica y destaca el papel clave de los militares en un país que ha sufrido 18 golpes de estado en los últimos 80 años, entre intentos fallidos y exitosos. Después de abrir por la fuerza las puertas del complejo, los manifestantes ingresaron reclamando a los generales tailandeses que decidan de qué lado estar. "Queremos que el jefe de las fuerzas armadas de Tailandia elija si está del lado del Gobierno o con el pueblo", dijo Uthai Yodmanee, un líder de la protesta. (Reuters)