La vida del deportista profesional también incluye despertadores programados a las seis de la mañana. El jet lag todavía pasa una que otra factura en los cuerpos extranjeros, sobre todo en el caso del equipo chino, que fue uno de los últimos en llegar a Tucumán. Pero tanto sus integrantes como las alemanas debieron desayunar antes de lo usual y partir hacia el estadio de Natación para enfrentarse en un amistoso de práctica, el primero de la jornada.

Dada la hora, todo se desarrolló en un excepcional clima de calma, interrumpido sólo por el sonido de las amoladoras y los gritos del entrenador de las teutonas, Jamilon Mulders, quien desde atrás de la cerca vociferaba instrucciones sin parar. Desde el banco asiático, en cambio, puro silencio y concentración oriental.

En un partidazo sin testigos, Alemania ganó 5 a 3, con goles de Julia Müller, Hannah Krüger, Charlotte Stapenhorst, Lea Stöckel y Marie Mävers. Para China descontaron Yang Peng, Na Wang y Xu Xiaoxu. Aunque fue triunfo de las "Danas" (abreviatura de Damen Hockey Nationalmannschaft, que significa "equipo nacional de hockey femenino"), bien pudo haber sido un empate. Las chinas tuvieron numerosas oportunidades para marcar en el primer tiempo, pero la arquera Bárbara Vogel fue una pared. A su vez, la artillería alemana no perdonó y concretó casi cada chance que tuvo.

"Vamos mejorando, pero aún quedan cosas por corregir", fue el balance de Mulders, de apariencia más árabe que europea. Cuando se le consultó qué es lo que deben corregir sus chicas, escapó de manera elegante: "mmm, en realidad nada... nada que vaya a contarle a alguien que no sean mis jugadoras, ja ja".

Todo muy chino

"Fue un buen partido. Tuvimos oportunidades para convertir, pero no lo hicimos. Eso es algo que no debe suceder en el torneo", analizó en chino el entrenador You Baodong, de pocas pero contundentes palabras.

Quienes ofician de enlace idiomático entre el equipo asiático y el resto del mundo son el mánager Chang y la asistente Na Liu, las únicas dos personas que manejan el inglés. Justamente por esa escasez, China comparte el hermetismo de Corea, aunque en menor escala.

Pese a que lo que sugiere su semblante, Chang es pura amabilidad y simpatía. Consultado acerca del curioso hecho de que ninguna de las jugadoras chinas usara pollera (sólo lucieron calzas largas dri-fit o shorts), negó que hubiera una prohibición al respecto por cuestiones de pudor. "Ohhh, no, no, simplemente la indumentaria de entrenamiento es así", explicó.

Lo que sí, se sabe que los métodos chinos son estrictos, y por sólo se les permite salir del hotel para ir a entrenar.