MADRID.- El consejo de administración de Repsol aprobó por unanimidad el preacuerdo de compensación por la expropiación de YPF, pactado el lunes pasado con el gobierno de Cristina Kirchner.

"Con el objeto de desarrollar este principio de acuerdo, Repsol ha decidido iniciar en breve plazo conversaciones entre sus equipos y los del Gobierno argentino, a fin de buscar una solución justa, eficaz y pronta a la controversia", anunció la petrolera en Madrid. El máximo órgano administrativo de la empresa presidida por Antonio Brufau pone así de facto fin a un enfrentamiento de casi 20 meses con el Ejecutivo argentino, un asunto que tensó las relaciones bilaterales entre España y Argentina.

El preacuerdo alcanzado en Buenos Aires establece en 5.000 millones de dólares la compensación por haber expropiado y nacionalizado la que hasta abril de 2012 era la filial de Repsol en Argentina, según se filtró a medios españoles. Ahora hay que cerrar los detalles del acuerdo final.

La petrolera española contratará a un banco de inversión "de prestigio internacional" para que apoye a su equipo negociador en un proceso que "deberá atender a las exigencias que plantea la complejidad propia de un asunto tan relevante y responder a los términos y garantías apropiados para asegurar su eficacia".

Casi 20 meses después de que el Gobierno argentino anunciara la expropiación a Repsol del 51% de YPF, una delegación española llegó el lunes en Buenos Aires a este principio de acuerdo con Argentina.

El ministro de Industria del gobierno español, José Manuel Soria, se implicó personalmente en esa negociación y viajó a Buenos Aires junto a directivos de Repsol y a Isidro Fainé, el presidente de Caixabank, máximo accionista actualmente en la petrolera. "Todo lo que sea remover obstáculos para que haya un acuerdo es bueno", dijo Soria.

Quien no estuvo en la capital argentina fue el titular de Repsol. Según medios españoles, Fernández de Kirchner vetó la presencia de Brufau, con quien su gobierno ha cruzado duras acusaciones en este tiempo de conflicto, y pidió explícitamente la de Fainé, con quien se lleva bien.

El lunes en Buenos Aires estuvo también Emilio Lozoya, el presidente de Pemex, que tiene una participación de algo más del 9% en Repsol. Pemex está interesada en explotar el reservorio argentino de petróleo y gas ubicado en el paraje Vaca Muerta, negociación que ahora, tras el acuerdo, seguramente se acelerará.

Los 5.000 millones de dólares (3.700 millones de euros) que el gobierno argentino dará a Repsol suponen la mitad de la cantidad que la petrolera española reclamó desde el principio como un precio "justo" por la expropiación. Es menos de lo que perseguía, pero Repsol evita un pleito largo e incierto.

Muchos daban por descontado que la petrolera ganaría ante el Ciadi, el tribunal de arbitraje del Banco Mundial, pero nadie se atrevía a anticipar cuál podría ser la indemnización que este fijaría, ni nada garantizaba que Argentina la pagara.

Por otro lado, la presidenta argentina agradeció a su par de México, Enrique Peña Nieto, "el preponderante rol" que tuvo la empresa Pemex "en el acuerdo alcanzado entre las empresas petroleras YPF y Repsol". (DPA-Télam)

Hasta ahora, nadie dijo cómo se cristalizará la operación y son todas especulaciones. Estas son las posibles opciones de pago:

- Se estima un resarcimiento de 5.000 millones de dólares.

- Una parte mínima podría pagarse en efectivo y el resto en bonos soberanos o todo el monto indemnizable en bonos.

- La emisión de los títulos sería innominada para que puedan ser negociados en el mercado secundario, con garantía de inembargabilidad por parte de tribunales extranjeros.

- Los bonos pagarían un interés entre 8,25% y 8,75%, con un período de gracia de entre 2 y 4 años y una duración de 10 años.

- El rescate se haría en pagos semestrales o anuales.

- La fianza de los títulos estaría sentada sobre garantías colaterales o activos de la propia YPF.

Si el total del pago se termina concretando en bonos soberanos, Repsol se convertiría en uno de los principales tenedores de deuda pública de la Argentina, dice el sitio elEconomista.es. Los 5.000 millones de dólares en títulos pasarían a representar el 2,5% de toda la deuda argentina. Este porcentaje sobresale en un país en el que la deuda no está sostenida por inversores privados, sino que son las instituciones y agencias públicas las grandes acreedoras del Estado. (DyN)