BUENOS AIRES.- El comunicado que emitió Repsol no es para iniciados. En el arte de la negociación, dice sin decir, sugiere sin afirmar y parece expresar cierto fastidio cuando le endosa sólo al gobierno argentino la difusión del "principio de acuerdo". No le dice que no a la presión del gobierno español, pero patea la pelota afuera, por un rato, sabiendo que el gobierno argentino necesita el arreglo. Tanto, que las autoridades han buscado de apuro algún interlocutor en Madrid para que les aclare la letra de la comunicación. La ambigua redacción mezcla con cierta maldad el término "acuerdo" para identificar los puntos en los que ayer los hubo en la reunión del Consejo de Administración y confundirlo con lo que la Argentina esperaba conseguir. Repsol no aprobó nada, sino que "ha analizado y valora positivamente el principio de acuerdo". En castellano, Repsol "valora", pero sigue negociando porque dice que hay "controveresia" todavía. Algo no le ha quedado claro del ofrecimiento y espera que un banco "de prestigio internacional", que algunos creen que será el Deutsche Bank, lo acompañe a ver de qué se trata el paquete de bonos que le ofrece la Argentina.
El último punto de los tres "acuerdos" a los que llegó la Directiva tiene que ver con Antonio Brufau, quien resucitó cuando todos lo daban por muerto.A primera hora, se hizo trascender que el "policía bueno" ante la Argentina, Isidro Fainé, de Caixabank, le había dejado su voto a Brufau y con él, todo el Consejo, salvo Pemex, le dio "pleno apoyo a la estrategia y a la gestión". Tras leer el comunicado, sus puntos, sus comas, los sobreentendidos y también sus omisiones, el recuerdo lleva a aquel personaje de la TV que le hacía "oso" a todo aquel al que simulaba saludar.