BUENOS AIRES.- Importadores de autos de alta gama y constructores de embarcaciones livianas coincidieron ayer en advertir que el incremento de los impuestos internos a ese tipo de bienes puede provocar despidos en empresas locales. Así lo indicaron la Cámara de Importadores y Distribuidores Oficiales de Automotores (Cidoa) y la Cámara Argentina de Constructores de Embarcaciones (Cacel).

En un detallado informe, Cidoa sostuvo que la medida producirá un aumento del 80% del precio al público de una gama media de productos, entre lo cual ubica a los autos deportivos medianos y a los sedanes y vehículos con portón trasero fabricados extrazona.

La entidad remarcó que se producirá, en el corto y mediano plazo, la desaparición de segmentos intermedios de productos. "Se produce un salto de aproximadamente $ 200.000 entre dos modelos similares, lo que provocaría una notable caída de ventas", dijo el informe. Cidoa señaló que habría, además, un abismo donde no existen productos entre U$S 38.000 y los U$S 68.400, lo que constituye una "distorsión notable". En lo vinculado a los distribuidores y concesionarios de este tipo de autos, la entidad anticipó posibles despidos en empresas argentinas debido a la caída de la actividad.

Cacel expresó, por su parte, que para desalentar la salida de divisas sin perjudicar a la industria nacional de embarcaciones, los legisladores podrían optar por aumentar los aranceles de importación un 75%. Indicó que tal magnitud de incremento se lograría llevando el arancel del 20% actual al 35%.

La Cámara de Diputados debatirá hoy el proyecto de ley que aumenta la alícuota del impuesto interno para bienes de lujo, entre un 30% y un 50%, de acuerdo al valor que tengan los bienes suntuarios. La iniciativa fija que los auto de alta gama pagarán la alícuota más alta cuando el valor de compra supere los $ 210.000. (DyN-Télam)