Tras más de 30 horas de viaje y varias de diferencia entre los tres arribos, las selecciones de Alemania, China y Holanda llegaron a Tucumán y completaron las delegaciones participantes de la Liga Mundial que comenzará el sábado.

Las teutonas aterrizaron a las 17 de ayer, antes de esperar seis horas en Buenos Aires. Aunque el cansancio se les notaba en el rostro, apenas llegaron al hotel Sheraton le hicieron frente a la circunstancia y saludaron a las pocas fans que se encontraban merodeando por allí y que, a través de señas, les pedían fotos.

No pasaron 30 minutos desde que llegaron al hotel, con camperas rojas y pantalones largos, hasta que volvieron a bajar al hall de entrada, ahora con shorts y remeras para salir a correr.

Sin intimidarse por las cámaras que había alrededor, las chicas comenzaron a estirar y tras unos cuantos ejercicios, salieron a dar unas vueltas al parque 9 de Julio. Después de la corrida, las alemanas cenaron en el hotel y se fueron a dormir temprano. Hoy tienen todo un reto por delante: se tienen que enfrentar a las 11.30 a Las Leonas en la cancha de Natación y Gimnasia, en lo que será su primer amistoso, antes del torneo.

Una ducha y a descansar
Un largo viaje también tuvieron las chinas. "Duró 48 horas", detalló Cheng Qiao. El team manager del equipo pidió con gentileza si podía ser entrevistado después, ya que estaba muy cansado. Explicaciones periodísticas de por medio sobre la hora de cierre, Qiao, incluso con más gentileza, se prestó al diálogo. "La ciudad es muy hermosa. Antes de venir busqué información y sé que es el jardín de Argentina", demostró su interés el asiático y "se compró" a todos. Antes de enfrentar a Nueva Zelanda, Australia y Argentina, China deberá recuperarse del jet lag. Como el agotamiento no permitía un análisis más profundo por parte de Qiao la respuesta fue más que simple. "Tomaremos una ducha y descansaremos", explicó. Sí se animó a brindar objetivos en el torneo. "Tenemos jugadoras jóvenes, así que la meta es ganar experiencia", agregó.

Aún más cansadas

Pasadas las 23, con la misma cantidad de horas en la espalda, las holandesas completaron la grilla de combinados participantes con su llegada a nuestra provincia. Con casi tres horas de demora, el vuelo 4156 llegó a destino. Antes de que retiraran el equipaje, las madrinas del equipo avisaron a la prensa que ninguna de ellas haría declaraciones por el trajín del viaje que comenzó en Amsterdam, hizo escalas en Frankfurt y la Ciudad de Buenos Aires para finalmente llegar a Tucumán. Una eternidad.

Las palabras las dejaron en el avión, donde se mostraron alegres, efusivas y "algo gritonas", según comentaron varios pasajeros. Además de los medios, esperaban fanáticas y representantes de la Asociación Tucumana de Hockey, con una bandera argentina. Maartje Paumen, una de las mejores jugadoras del mundo, fue la más solicitada para las fotos, a las que se prestó amablemente. El plantel llegó al hotel e inmediatamente se dirigió a sus habitaciones. Hoy tendrán la mañana libre pero se entrenarán a las 14.20.



Agustina Casmuz llora pero no se rinde. Jugó un partido de hockey en Alberdi y convirtió cuatro goles, luego de eso viajó con su familia a la capital para ver a Las Leonas. Esperó en vano en la entrada del hotel, le pidió a su papá que la lleve hasta el estadio para ver la práctica. La niña de ocho años, lapicera en la mano, buscaba un autógrafo de Luciana Aymar pero lo único que consiguió fue hacer fotos de la práctica. “Mi sueño es jugar como ‘Lucha’”, dijo emocionada. Insistiò, volviò al hotel y finalmente logró su objetivo, la firma de "Lucha" en su camiseta. Te invitamos a ver esta galerìa a través de los ojos de Agustina LA GACETA / Foto de Diego Aráoz (Prohibida su reproducción)
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Agustina en pie de "Lucha". LA GACETA / Foto de Diego Aráoz (Prohibida su reproducción)
Y colorín, colorado... al final del día, Luciana Aymar cumplìó con el sueño de Agustina. Foto de Juan Manuel Casmuz