BUENOS AIRES/MADRID.- El final de un polémico pleito está cerca. La tensión entre España y la Argentina, por la expropiación a Repsol del 51% de las acciones de la petrolera YPF, está cediendo después de 19 meses de conflicto. El ministro de Economía, Axel Kicillof, dijo ayer que el Estado "actuó con prudencia" en las negociaciones con la compañía española, tras el preacuerdo entre ambos países, alcanzado el lunes pasado.
El titular del Palacio de Hacienda se diferenció así de Repsol, que hizo trascender cifras "que hablaban de U$S 15.000 millones o U$S 10.500 millones de compensación e inició una demanda" ante el Centro de Arreglo de Diferendos relativos a Inversiones (Ciadi).
Aún no se informó la cifra de la compensación, aunque medios de ambos países la fijan en U$S 5.000 millones que se pagarían con bonos argentinos. Kicillof se amparó en "cuestiones de confidencialidad" para no dar detalles del preacuerdo alcanzado con Repsol para indemnizar a la compañía.
El funcionario remarcó la conveniencia de un acuerdo sobre el tema YPF para la Argentina ya que en el caso de que Repsol lo ratifique, dejaría de lado la demanda ante el Ciadi (tribunal arbitral del Banco Mundial). Kicillof señaló que por ley "aquel que se le expropia un bien se le debe indemnizar en base a una tasación o de una negociación" y recordó que "YPF, al momento de salir la ley, estaba facturando casi U$S 18.000 millones, con un nivel de inversión de poco más de U$S 3.500 millones".
El ministro destacó que el preacuerdo es el entendimiento de tres países, la Argentina, México y España, que "sacaron un comunicado conjunto", subrayó el hecho de que la petrolera mexicana Pemex, "una de las principales accionistas de Repsol, está muy interesada en que este acuerdo se cierre".
"El gobierno argentino ha pactado una confidencialidad, como se hace en estos casos, a la espera de las aprobaciones correspondientes para que todas las partes luego podamos dar a conocer las cifras y los instrumentos", dijo Kicillof.
En tanto, el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, manifestó que avanzar en el acuerdo será beneficioso a futuro. "Constituye un sendero que nos va a permitir seguir generando mecanismos de inversión para la explotación y exploración hidrocarburífera", afirmó.
El arco opositor coincidió en que es "positivo" lograr un acuerdo con Repsol, aunque también hubo críticas por los manejos que realizó la petrolera española durante su gestión. Así lo observó el jefe de Gobierno de Buenos Aires, Mauricio Macri. Dijo también que él fue "el único que se opuso a la confiscación de YPF". "En aquel momento dije que esta confiscación, que finalmente es robar, iba a ser en contra de la Argentina y en contra de resolver el déficit energético, que iba a agravar las cosas", sostuvo. A su vez, el diputado Fernando "Pino" Solanas rechazó el pago de indemnización a Repsol al considerar que se trata de "una estafa" y "un acuerdo espurio". "Vamos a impugnar cualquier acuerdo porque acá hay una causa abierta que tiene a su cargo el juez Ariel Lijo por el vaciamiento de YPF", indicó. Y añadió: "YPF fue vaciada por Repsol, por el acuerdo que hizo (el ex presdiente) Néstor Kirchner (2003-2007), que le permitía llevarse el 95% de las utilidades". Y remarcó que "Repsol se llevó U$S 4.500 millones indebidos".
La cumbre
El Consejo de Administración de la empresa petrolera española Repsol tiene una "predisposición positiva" para aprobar hoy el principio de acuerdo alcanzado con el Gobierno argentino y con México. El convenio apunta a una compensación para la firma ibérica, por la expropiación en 2012 del 51% de la petrolera YPF. Así lo informaron a la agencia de noticias Europa Press fuentes cercanas al cuerpo directivo de Repsol, aunque no anticiparon el voto de los integrantes, ni la posición del presidente de la compañía, Antonio Brufau.
"El preacuerdo cuenta con el visto bueno de la junta ejecutiva de Repsol, de los mayores accionistas y de los gobiernos. Con toda probabilidad, el Consejo va a dar luz verde al acuerdo", afirmó ayer una fuente próxima al órgano.
De la reunión que derivó en el preacuerdo participaron representantes de La Caixa, de YPF y de Pemex, además de los ministros de Industria español, José Manuel Soria, y Kicillof. Con este convenio, la Casa Rosada busca destrabar un conflicto que bloqueaba la llegada de nuevos inversores. Del Consejo de Administración de Repsol participan La Caixa y Pemex, firmantes del preacuerdo, en virtud de sus participaciones del 12,9% y del 9,49%. También están representados Sacyr (9,5%), y Temasek (6,3%), el fondo singapurí que atrajo el propio Brufau tras la expropiación de YPF. (DPA-Reuters-DyN)