PEKÍN.- Murieron 47 personas tras la explosión de un oleoducto en el puerto de Qingdao, en el este de China. El accidente se produjo el viernes cuando se realizaban trabajos de reparación en el oleoducto subterráneo cerca de la central química de Lidong. Temen una segunda explosión.

La fuerza de la detonación destrozó la tierra y las calles en un amplio perímetro, también en barrios vecinos. Los automóviles y motocicletas volaron por los aires o fueron derribados, al igual que los árboles.

La explosión, además, provocó un incendio que sólo pudo ser controlado después de varias horas e interrumpió las actividades en un puerto clave para la actividad petrolera del país, reportaron medios y operadores portuarios. El presidente Xi Jinping pidió a las autoridades locales a "no escatimar esfuerzos para rescatar a los heridos y fortalecer la seguridad para erradicar este tipo de incidentes". (Reuters)