Finalmente llegaron los cambios. Pero, tal como se esperaba, no en los lineamientos generales de la política económica vigente. Hasta ahora no hubo anuncios de medidas concretas sobre los dos problemas centrales que tiene la economía: la inflación y la falta de dólares.
El gobierno tiene que lograr revertir la pérdida de confianza derivada de los siguientes síntomas: caída de reservas, la permanencia del proceso inflacionario, la pérdida de competitividad, las restricciones a las importaciones y el déficit energético.
El gobierno sabe que tiene que avanzar en la solución de los principales problemas y que hasta que con las medidas implementadas hasta el momento, en materia inflacionaria y cambiaria no han resultado eficaces. Por lo tanto, surge ahí un problema. ¿Insistirá el gobierno con las mismas medidas de control de precios y más restricciones para acceder al dólar?
A juzgar por las primeras declaraciones del ministro de Economía, Axel Kicillof, la gestión de la presidenta Cristina Fernández entiende que están en niveles consistentes, pero faltó aclarar, ¿consistentes con qué? Podría deducirse que, a los fines de la política económica que pergeña el nuevo ministro, se produjo sólo una rebaja en las reservas internacionales pero que este hecho no debería impactar en las expectativas devaluatorias.
Los caminos
Es claro que el Poder Ejecutivo nacional reconoce, en cierta medida, los problemas. La cuestión es cómo los piensa resolver y qué puede hacer para revertir la situación. Aquí, algunos escenarios sobre los problemas más urgentes:
• Lograr equilibrar el mercado cambiario. Las alternativas son: seguir insistiendo con mecanismos como el blanqueo de capitales, convertir a los Baade (instrumentos del blanqueo) en una suerte de bono patriótico obligando a empresas y bancos a comprarlo, incrementar las exportaciones. Y surge otro asunto: no se trabajó en mejorar la competitividad genuina, sino sólo a través del tipo de cambio alto, que una vez licuado con la inflación se deterioró la ventaja competitiva. Desdoblar el mercado de cambios o recurrir a fuentes de financiamiento externas, bloquear más las importaciones parecen ser los caminos. Los costos de las medidas restrictivas están muy claras, se afectó la provisión de insumos.
• Reducir la emisión de moneda: para ello hay que moderar el gasto público, lo que podría ser leído como un ajuste. ¿Qué fuentes de financiamiento tiene el Gobierno?, ¿seguir incrementando la presión fiscal? No puede todavía acceder al mercado de créditos a tasas bajas, por la elevada percepción de riesgo. ¿Estará dispuesto el Gobierno a tomar deuda en el extranjero?, ¿y el desendeudamiento? A comienzos de 2012 se reformó la Carta Orgánica del Banco Central, precisamente para dar mayor margen de emisión. El problema no es que la emisión es voluntaria, sino que se emite para cubrir el déficit fiscal. Por lo tanto, sin fuentes alternativas de financiamiento, la expansión monetaria continuará.
• Controlar la inflación: ¿habrá un programa antiinflacionario? , ¿más controles de precios o acuerdos?, ¿bajar la emisión de moneda? Pero para Kicillof la emisión no es inflacionaria, con lo cual, este no será el camino, si el Ministro se aferra a sus ideas. ¿Incrementando la oferta de bienes y servicios?, ¿cómo?, si se descree del "clima de negocios". ¿Se admitirá que la inflación es más alta que la que mide el Indec cuando se termine de implementar el Índice de Precios al Consumidor Nacional? Nuevamente el problema es el "cómo".
El equipo económico tendrá que hacer malabarismos para con medidas que denomina heterodoxas, reencauzar la credibilidad en la política económica. La situación de stress por la que atraviesa la economía y las modificaciones en los ministerios plantean un punto de inflexión. Da la sensación que no quedan demasiados instrumentos de política económica si la idea es sólo quedarse en la superficie de los problemas. La pregunta relevante es el cómo restablece el equilibrio macroeconómico y ¿podrán hacerlo? Habrá que esperar las medidas concretas. Mientras, el rumbo está confirmado, por lo tanto, habrá que tomar decisiones pensando más en mayores restricciones.
Más cepo: Es posible que suban el recargo para tarjetas
Como una manera de buscar captar más dólares en el mercado, el Gobierno nacional puede avanzar con mayores trabas para operaciones con la divisa estadounidense. Dio a entender que se profundizarían actuales restricciones para la utilización de tarjetas de crédito en el extranjero, que es uno de los motivos que está provocando la mayor demanda de dólares que el Banco Central se ha visto obligada a satisfacer.
Créditos: Gestiones para fortalecer reservas
Las menores exportaciones, la falta de acceso a los mercados de capitales tras la cesación de pagos del 2002 y una política económica intervencionista que mantiene alejada del país a la inversión extranjera son causa directa de la escasez de dólares. Por esa razón, otra idea es gestionar en los mercados externos créditos que tiendan a preservar las reservas internacionales del Banco Central.
Acuerdos: La necesidad de sostener los precios
Los mayores controles dispararon la cotización del dólar en el mercado negro, donde existe una brecha cambiaria superior al 60% ante la plaza interbancaria. El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, dijo que buscará acuerdos de precios con los productores de bienes y servicios para controlar la alta inflación en el país, que economistas cifran en más del 25% anual pero que el Gobierno apenas reconoce ronda el 10%.