El sistema educativo tiene que profundizar el trabajo sobre el vínculo entre los chicos y las redes sociales; aprovechar esas "herramientas espectaculares" para desarrollar acciones solidarias, y no para la violencia. Eso dijo la ministra de Educación, Silvia Rojkés de Temkin, ante la consulta sobre lo ocurrido ayer en la escuela Cruz Alta.

La funcionaria no ocultó a LA GACETA su inquietud por los episodios de violencia entre pares (y con intervención de adultos, en este caso) que se reiteran en escuelas o en los alrededores, y que usan redes sociales como Faceboook como convocantes o como vidrieras. "Situaciones como esta nos cargan de angustia, porque venimos trabajando personalmente con los docentes y con los chicos, en distintas líneas de intervención: hay buenos equipos en el territorio; hay tutores, hay programas propios a los que las escuelas les imprimen su propia identidad. Pero lamentablemente estas situaciones se han vuelto comunes. Y lo que hay que hacer es trabajar sobre los vínculos. Creo que esto nos interpela como sociedad, más allá de la escuela", afirmó la ministra.

"Esto está mostrando que la escuela, sola, tampoco puede. Que se necesita trabajar con la comunidad, con los padres: y con los medios, que juegan un rol importante, fundamental, en el tema de las redes", continuó.

"Yo siempre les digo a los chicos que por las mismas redes trabajemos otros temas que tengan que ver con el compromiso. Hay escuelas que han empezado a hacerlo, en sus blogs, en su Facebook; pero cuando intervienen los adultos, la situación se complica. Hay falta de escucha de los chicos con los chicos y con los padres, de los grandes con los grandes... Nadie escucha. Y nos pasa como sociedad. Creo que esta es una reflexión que se debe toda la sociedad", apuntó Rojkés de Temkin.

"Estamos haciendo todo a nuestro alcance -aunque nunca es demasiado, lo admito- para que la escuela hable, para recuperar el diálogo. Por ejemplo, les pedimos a los docentes que al entrar al aula saluden; que digan, cómo están, chicos. Porque, a veces, también es tarea docente preguntar cómo está un alumno", graficó.

"A los chicos les planteamos: ustedes tienen herramientas espectaculares, anímense a trabajarlas también en otra dirección, Pero falta el empujón de los adultos", concluyó la funcionaria.