Varias ciudades de Cerdeña intentan recuperar lentamente su vida cotidiana tras el paso del violento ciclón Cleopatra, que causó 18 muertos y numerosos daños materiales, incluyendo la caída de puentes y el anegamiento de cientos de casas. Todavía hay un desaparecido. Unas 2.300 personas están alojados en albergues, en especial en la ciudad de Olbia, la más afectada. Ayer se celebraron funerales oficiales por los fallecidos, y en el Vaticano el papa Francisco rezó por las víctimas, en especial por los niños. "Estoy profundamente conmovido por esta gran tragedia", resaltó. El temporal se desplazó al sur de Italia y golpeó sobre todo a las regiones costeras. (DPA)