Sólo una casa del country "Las Yungas" había sido robada hasta ayer al mediodía, cuando dos vecinos más descubrieron que los ladrones también habían ingresado a sus viviendas durante el fin de semana. La presencia de delincuentes en ese barrio privado de Yerba Buena hizo que renaciera la sensación de inseguridad entre los vecinos, quienes a principios de este año ya habían sido "visitados" por ladrones en ocho viviendas.
Una mujer fue la primera víctima que se presentó en la Brigada de Investigaciones Norte, el sábado, para denunciar que en su casa faltaban joyas y otros elementos de valor. La mujer descubrió el robo después de haberse ausentado dos días de su casa, según indicaron fuentes policiales.
Los policías se trasladaron de inmediato a la vivienda de la víctima, donde les llamó la atención que ninguno de los accesos estuvieran violentados. Las cerraduras estaban intactas y ninguna puerta ni ventana parecía forzada. Adentro de la casa, el misterio era aún mayor. Los ladrones no habían revuelto placares, cajones ni alacenas. Todo indicaba que quienes entraron sabían dónde estaban las cosas que habían ido a buscar.
La preocupación entre los habitantes de "Las Yungas" fue mayor ayer al mediodía cuando la noticia de otros dos robos fue corriendo de boca en boca. En estos casos, las víctimas tampoco estaban en sus casas cuando los ladrones entraron para llevarse dinero, dólares y joyas.
La Policía recibió tres denuncias. Sin embargo, fuentes judiciales indicaron que sólo dos de ellas habían llegado a tribunales. Por otra parte, vecinos de "Las Yungas" comentaron a LA GACETA que se hablaba de cuatro robos en total.
De acuerdo con lo informado por fuentes policiales, un hombre dijo que le faltaba una agenda donde había guardado dinero. Mientras que otro vecino denunció que los $ 1.500 que había dejado sobre la mesada de su cocina habían desaparecido.
Pese a que la Policía insistió en que los ladrones robaron poca plata, un vecino que habló con este diario afirmó que a una de las víctimas le faltaban 13.500 dólares y joyas.
Los policías volvieron ayer al country para realizar un rastrillaje, pero no encontraron ningún signo de violencia en los accesos a las viviendas robadas. Lo único que hallaron -según informaron fuentes de la fuerza- fueron huellas dactilares que habían quedado impresas en una mesita de luz. Ese rastro les permitiría identificar a alguno de los delincuentes.
Los empleados
La investigación quedó a cargo del fiscal de la IV° Nominación, Diego López Ávila, quien ayer solicitó el listado de los empleados de la empresa encargada de prestar servicios de seguridad en el country. El fiscal también pidió el detalle de las normas de seguridad de esa firma.
Según trascendidos que llegaron a tribunales, el personal de la empresa de seguridad no trabajaría durante la noche. De acuerdo a ese rumor, en ese horario sólo quedarían los serenos contratados por la administración del consorcio, quienes utilizarían una moto para recorrer el country.
Otros de los materiales de la investigación son los videos de las cámaras de seguridad del barrio privado. Los uniformados de la Brigada Norte analizaban esas imágenes en busca de alguna pista que les permita encaminar la investigación.
La última vez que hubo un hecho delictivo en ese country fue en enero, cuando muchos de los vecinos estaban de vacaciones. A medida que iban retornando a sus hogares, descubrían que les faltaban varias pertenencias. Fueron al menos ocho las viviendas robadas en aquella oportunidad y la fiscala María de las Mercedes Carrizo centró la investigación en los guardias del barrio privado, varios de los cuales quedaron aprehendidos.
Cuatro guardias detenidos en otro country
1.- Cuatro familias fueron asaltadas en sus casas del barrio privado "Las Rosas II", en Yerba Buena, la madrugada del 11 de noviembre.
2.- Para entrar al barrio privado, los ladrones rompieron la tela metálica que lo rodea y apuntaron a cuatro viviendas.
3.- Los delincuentes pasaron más de dos horas dentro del country y se llevaron joyas, dinero en efectivo y otros objetos de valor.
4.- A pedido del fiscal Guillermo Herrera, el juez Víctor Pérez ordenó la detención de los cuatro guardias que trabajaron esa noche.