SANTIAGO DE CHILE.- Todos los analistas políticos dan por seguro el triunfo de la socialista, Michelle Bachelet, en el balotaje presidencial chileno del 15 de diciembre, pero su ambicioso plan de reformas podría empantanarse por la falta de respaldo suficiente en el Congreso luego de que el domingo se renovaran diputados y senadores. La candidata opositora se impuso con el 46,67% de los votos, aunque no consiguió la mayoría indispensable (mitad más uno de los votos) para evitar la segunda vuelta contra su rival oficialista, la derechista Evelyn Matthei, que se alzó con el 25%. El resultado no causó sorpresas en el mercado financiero, donde una moneda local registró ayer un leve avance ante el dólar y la bolsa se mantuvo estable. El eje de la propuesta de Bachelet (presidió Chile entre 2006 y 2010) es terminar con las tremendas desigualdades sociales y generar profundas reformas en la educación pública y en el sistema tributario. Pero la victoria de su coalición Nueva Mayoría (NM es un abanico político que va desde comunistas hasta democristianos) en los comicios legislativos no fue rotunda: si bien obtuvo suficientes bancas para lograr quórum propio en ambas Cámaras, no logró la mayoría calificada para sancionar cambios al sistema político y tendría que negociar votos para una reforma educativa. De los 120 escaños de Diputados, NM se alzó con 68, mientras que en el Senado ocupará 21 de las 38 bancas que tiene el cuerpo. Para aprobar las leyes que más le importan a Bachelet le faltan un diputado y un senador. Entre los potenciales aliados en la Cámara Baja están dos ex líderes de las movilizaciones estudiantiles: los independientes Giorgio Jackson y Gabriel Boric. También llegó a un escaño la referente comunista de los estudiantes, Carmen Vallejo, pero por dentro de NM. (Reuters-DPA-Télam)