Hace dos meses, el peronista disidente Enrique Romero denunció penalmente -en la Fiscalía de Instrucción de la IX° Nominación, a cargo de María de las Mercedes Carrizo- al diputado electo y actual ministro de Salud de la nación, Juan Manzur. El opositor asegura que el vicegobernador en uso de licencia habría malversado $ 1,8 millón en la Convención Constituyente. Romero, incluso, pidió auditorías en todas las fiscalías y juzgados para lograr el avance de la causa. Según trascendió extraoficialmente desde tribunales, Romero sería citado en los próximos días por Carrizo para que ratifique y/o efectúe una ampliación de la denuncia.

En el escrito, el ex funcionario de Julio Miranda afirma que el gobernador, José Alperovich, firmó en 2007 un decreto mediante el que le asignaba $ 1,8 millón a la Convención Constituyente para gastos de funcionamiento. Relata que Manzur recibió una chequera del Banco Macro para realizar los pagos relacionados al funcionamiento del cuerpo.

"De esta chequera se emitieron los valores para hacer efectivo el $ 1,8 millón, pero nunca fueron rendidos, porque los gastos autorizados por la Ley 7.469 fueron erogados en su mayoría por la Legislatura de Tucumán, estando expresamente prohibido pagar suma alguna a los convencionales constituyentes. Para poder blanquear esta falta, la Convención, en su última sesión realizada el 6/6/2006, se rindió cuenta a sí misma, mediante un proyecto de resolución y se autoaprobó la 'utilización' del $ 1,8 millón manejados discrecional y arbitrariamente por Manzur", cuestionó el dirigente en su denuncia penal.

"Esta resolución, además de ser éticamente inaceptable, violó toda norma constitucional referida a la rendición de cuenta de fondos públicos, ya que no puede otorgarse al administrador (Manzur), la facultad para controlar y aprobar sus propios gastos", concluyó el opositor.

"Tibios buenos"

El ex convencional constituyente de 1990 por Fuerza Republicana, Pablo Calvetti, criticó a los opositores José Páez (Democracia Cristiana) y Martín Correa (Partido Obrero) quienes afirmaron que sí recibieron dinero para gastos de funcionamiento durante la reforma de 2006.

"Otra vez podemos comprobar cómo el accionar de los malos se ve beneficiado por el silencio cómplice de los tibios buenos. Los dos convencionales opositores en el 2006 vienen ahora, después de siete años, a decirnos que efectivamente recibieron plata", dijo