MADRID.- La Justicia española dio ayer el primer paso para investigar el supuesto espionaje realizado por Estados Unidos en su país. La Fiscalía de Delitos Informáticos abrió "diligencias informativas" sobre la intercepción de más de 60 millones de comunicaciones, realizada por la Agencia Nacional de Seguridad (NSA), para determinar si investiga la comisión de un delito penal. Este paso previo fue ordenado por el fiscal General del Estado, Eduardo Torres Dulce. El canciller, José Manuel García Margallo, en cambio, intentó bajar la tensión afirmando que confía en que Washington aportará las "explicaciones pertinentes y necesarias, como corresponde a una relación entre aliados".

Rusia, en tanto, desmintió una información publicada en los diarios italianos Corriere della Sera y La Stampa, acerca de que intentó espiar a los países miembros del G20 durante la cumbre que el bloque celebró en San Petersburgo en septiembre. (Télam-DPA-Reuters)