Grupos de liberales católicos pidieron reunirse con el papa Francisco para sumar sus opiniones a las consultas sobre cambios en la Iglesia. Tienen la esperanza de que el tono conciliador que el Sumo Pontífice le ha dado a su gestión permita un proceso de toma de decisiones abierto.
Se trata de más de 100 grupos de católicos romanos que enviaron una petición en una carta pública al Papa y a los ocho cardenales que eligió para que lo ayuden a dirigir la Iglesia y a reformar su polémica burocracia, la Curia Romana.
Francisco mantendrá sus primeras conversaciones con el comité asesor de cardenales la próxima semana. No está claro cómo se organizará el diálogo en Roma, que se llevará a cabo entre el 1 y 3 de octubre, o si las sugerencias se harán públicas. "Nuestra mayor esperanza es que Francisco acepte una delegación de nuestros líderes en el Vaticano", dijo René Reid, del grupo Reforma de la Iglesia Católica, una de las organizaciones firmantes de la carta. "Se ha dirigido a ateos, a homosexuales y a otros. Quiere dialogar. Nosotros queremos eso también", agregó en un comunicado que reprodujo la agencia Reuters.
En la lista, los grupos enumeran reformas que Francisco podría considerar y otras que ya ha descartado. En una extensa entrevista la semana pasada, el Papa dejó en claro que quería cambiar muchos procedimientos de la Iglesia, pero no doctrinas tradicionales.
La carta insta a Francisco, quien ha dicho que la institución necesita decisiones más descentralizadas, a otorgarle al clero local y a los laicos el derecho de elegir a sus propios obispos, en vez de que a la decisión se la tome en Roma.
Descontento
La mala gestión de algunos cardenales, en especial aquellos que intentaron proteger a sacerdotes acusados de abuso de menores, ha sido una gran fuente de descontento entre los 1.200 millones de fieles de la Iglesia Católica.
La carta también pide que los católicos divorciados y aquellos que contrajeron nuevas nupcias puedan recibir la Eucaristía -una reforma que Francisco dijo que debe de ser estudiada- y que teólogos discrepantes sancionados por Roma sean rehabilitados.
Mujeres en los altares
Entre los pedidos, también se encuentra la posibilidad de que las mujeres puedan ser ordenadas sacerdotes, pese a que Francisco lo descartó en julio. Lo que el Pontífice sí se ha mostrado más abierto a discutir es la posibilidad de que haya sacerdotes casados, pero expertos en catolicismo dicen que una reforma semejante tomará mucho tiempo en ocurrir. En la carta le expresan su apoyo a su "nuevo estilo de liderazgo, menos parecido a un monarca, más a un simple sirviente de Dios". "Muchos alrededor del mundo -católicos y no católicos- esperan que su elección marque un momento crucial en la historia de la Iglesia", concluyeron.