NAIROBI, Kenia.- El grupo extremista que irrumpió en un centro comercial en la capital de Kenia, Nairobi, continúa manteniendo en su poder a un grupo de rehenes tras causar la muerte de 59 personas desde el mediodía del sábado, informaron hoy las autoridades.
En total hay además unos 175 heridos, la mayoría de ellos por disparos o esquirlas de granadas. Entre los muertos estaría un sobrino del presidente del país, Uhuru Kenyatta, y su prometida. En total las fuerzas de seguridad consiguieron sacar a mil personas del centro comercial Westgate.
El ex primer ministro Raila Odinga aseguró que las autoridades están en comunicación con los atacantes, que se han identificado como miembros de la milicia somalí Al Shabaab, cercana a Al Qaeda. "Es una operación difícil. Se harán todos los esfuerzos posibles para rescatar a los rehenes", indicó.
Se estima que aún hay entre 10 y 15 atacantes en el edificio, según el ministro del Interior, Joseph Ole Lenku. Ya se los tiene plenamente ubicados, pero la situación sigue siendo "delicada" y se desconoce cuántas personas tienen secuestradas. "Les garantizo a los kenianos que nuestras fuerzas de seguridad tienen la situación bajo control", indicó a la prensa.
Las fuerzas de seguridad y soldados controlan desde la pasada noche el primero y segundo piso, y al parecer los terroristas se encuentran en el tercero y cuarto, donde tienen encerrados a los rehenes en oficinas comerciales. Hoy murieron dos agentes al tratar de tomar el control del edificio. Se oyen tiros constantemente.
Más de una decena de hombres armados y enmascarados irrumpieron al mediodía del sábado en el exclusivo centro comercial, muy popular entre las clases altas kenianas y los extranjeros residentes en el país. El grupo disparó de forma arbitraria y lanzó granadas. La milicia Al Shabaab se atribuyó luego el atentado como represalia por la ayuda militar que Kenia ha dado al gobierno somalí en los últimos años para combatir a los islamistas.
"Fue un acto de terrorismo. Ya lo intentaron en 1998 y fracasaron. Tampoco ganarán ahora", comentó Odinga, que habló de un "momento trágico" para su nación. Fue el peor ataque en el país del este africano desde el atentado con bombas contra la embajada estadounidense hace 15 años. (Dpa)