BUENOS AIRES.- El ministro de Relaciones Exteriores de Brasil, Luiz Alberto Figueiredo, pidió a la Argentina atender y resolver los obstáculos al comercio bilateral que tienen el poder de "contaminar" una amplia y provechosa relación mutua. Figueiredo hizo el pedido en una reunión con su colega de Argentina, Héctor Timerman, en momentos en que las relaciones entre las dos mayores economías de América del Sur han sufrido por trabas al comercio impuestas por Buenos Aires.

"Los problemas hay que verlos con naturalidad, pero también hay que atenderlos y resolverlos para que no contaminen la relación", expresó en la reunión Figueiredo, según una fuente.

El canciller elogió la expansión del comercio bilateral, que se quintuplicó desde 2002 para llegar a 34.500 millones de dólares anuales el año pasado. No obstante, indicó que el sistema argentino para autorizar importaciones tiene un impacto negativo en la comunidad empresarial y la opinión pública brasileñas. Argentina exige a los que ingresan bienes someter al Gobierno la autorización de un permiso llamado Declaración Jurada Anticipada de Importación (DJAI). El sistema ha entorpecido el flujo de mercaderías al país, que aplica un férreo control de capitales y busca proteger su superávit comercial, puesto que tiene virtualmente cerrado el acceso a los mercados. La Argentina es el tercer mayor socio comercial de Brasil, pero es el principal mercado para los productos brasileños.

El canciller también mantuvo una reunión protocolar con la presidenta Cristina Kirchner y un encuentro de trabajo con el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido. Se analizó la situación de proyectos como la construcción de usinas hidroeléctricas, de reactores nucleares y el financiamiento del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social de Brasil (BNDES) para obras de infraestructura en Argentina. Los funcionarios conversaron sobre la continuidad del acuerdo de intercambio de energía eléctrica que ambos países mantienen desde 2008, donde se establece la asistencia mutua en caso de altas demandas. Con respecto a la construcción de las hidroeléctricas binacionales Garabí y Panambí, ambos funcionarios consideraron el grado de avance de estos proyectos, cuyas centrales se emplazarán sobre el río Uruguay y representan una potencia total instalada de 2.200 megavatios y una generación superior a los 5.000 gigavatios hora anuales cada una. (Reuters-DyN)