MENDOZA.- Increíble pero cierto, Independiente Rivadavia se quedó con el grito atragantado después de fallar un penal en tiempo de descuento. Lo peor sucedió después de que Leonardo Carboni estrellara su remate en el travesaño. En la jugada siguiente, el derechazo de Javier Peralta volvió a pegar en el mismo lado y tras el rebote Héctor Cardozo le pegó al palo. Así, los mendocinos contaron con tres chances, en 15 segundos, para desnivelar el marcador pero se toparon con la inmensidad del arco. El encuentro terminó 1-1 y Patronato festejó el empate como si fuera una victoria.