LA PLATA.- Organizaciones políticas, sociales y de derechos humanos realizaron ayer marchas en La Plata y Buenos Aires para reclamar la aparición con vida de Jorge Julio López, el testigo y querellante en la causa Etchecolatz, desaparecido el 18 de septiembre de 2006 en el barrio platense de Los Hornos.
En La Plata, los manifestantes se movilizaron desde la plaza Moreno hasta la Casa de Gobierno provincial, con la consigna "Sin Julio López no hay 'dékada' ganada".
"Basta de desaparecidos en democracia, juicio y castigo a los responsables", reclamaron militantes del MST, el Frente de Izquierda de los Trabajadores, el Partido Obrero, Quebracho, el Frente Darío Santillán, HIJOS La Plata y la Asamblea Permanente de los Derechos Humanos.
A diferencia de otros años, no asistieron parientes de Julio López pero sí familiares y víctimas de las inundaciones de abril en La Plata.
En Buenos Aires, las organizaciones nucleadas en el Encuentro Memoria Verdad y Justicia (EMVyJ) también exigieron al poder político "la aparición con vida de López" y "el castigo a los responsables de su secuestro", con una marcha desde el Congreso hasta Plaza de Mayo.
En ese marco, Jorge Altamira, candidato a diputado del Frente de Izquierda por la Ciudad, dijo que "este reclamo tiene razones de peso, pues sobran las pruebas que demuestran la responsabilidad del aparato de seguridad del Estado, por ejemplo la Policía bonaerense. Sin embargo, el Gobierno jamás apuntaló estas líneas de investigación".
"La Presidenta, por su parte, se animó a decretar hace unos meses que 'ahora no hay desaparecidos', dejando de lado a López, Marita Verón, Luciano Arruga o Daniel Solano", cuestionó el dirigente.
En tanto, Rubén López, hijo del albañil de 77 años, cuestionó el proceso judicial. "De la Justicia, queremos creer que están haciendo lo que pueden. Quizá no se puede hacer más porque no se tienen los elementos. No quiero pensar que no se hace más porque no se quiere", advirtió en declaraciones radiales.
López afirmó que "a lo largo de todo este tiempo, hemos comprendido que el de mi viejo fue un testimonio importante. Hay alguien que se ha sentido asustado por su testimonio, no sólo por lo que dijo sino por las pruebas que pudo aportar". "Yo sé que alguien sabe; me gustaría que lo contara. No me quedo con que nadie sabe nada. No puede desaparecer una persona y que nadie sepa nada", sostuvo.
Durante la dictadura, López fue secuestrado el 27 de octubre de 1976 por un grupo de tareas al mando de Miguel Etchecolatz, y estuvo en los centros clandestinos "El Destacamento" y "Pozo de Arana", en las comisarías 5ta. y 8va. y en la Unidad 9, y recuperó la libertad en junio de 1979.
Durante el juicio contra Etchecolatz, la mano derecha del ex general Ramón Camps, jefe de la Policía Bonaerense durante la dictadura militar, López señaló al represor como uno de sus torturadores.
El 18 de septiembre de 2006, cuando se producían los alegatos de su querella pidiendo la condena por genocidio y cadena perpetua para el represor, el albañil desapareció por segunda vez, al salir de su casa. (DyN)
En una baldosa reflejan el dolor y la impotencia
LA PLATA.- Una baldosa blanca, con el nombre de Jorge Julio López, fue colocada ayer en puerta de la casa del albañil desaparecido tras testificar contra el represor Miguel Etchecolatz, a modo de "marca urbana de la memoria". Así se aprobó por ordenanza del Concejo Deliberante de La Plata, y el homenaje se realizó en la puerta de la casa de López, ubicada en 69 y 140 de Los Hornos, del que participaron la esposa y el hijo del testigo, con el intendente Pablo Bruera. Rubén López, el hijo del albañil, aseguró: "estas baldosas significan seguir reclamando justicia; que nos den las respuestas que necesitamos ante esta segunda desaparición de mi padre". "Necesitamos un pequeño indicio sobre mi viejo, pero no hay nada: quiénes fueron, dónde está y por qué", apuntó en medio de su visible dolor.
Agregó que "hoy (por ayer) es un día más de lucha, un día más de seguir pidiendo justicia", tras lo cual resaltó que a su padre lo hicieron desaparecer "muy pocas personas" y destacó que ésa fue la forma de "tomar venganza contra él".
López aseguró que "es muy duro" que su padre haya desaparecido en democracia y destacó que "sería muy triste pensar que no se lo quiere buscar", cuando ya pasaron siete años del hecho.
En tanto, la Unidad Fiscal de La Plata -en un informe presentado horas antes de cumplirse 7 años de la desaparición del testigo Jorge Julio López- reveló que desde 2008, cuando se encargó a la Policía Federal examinar las pistas obrantes en la causa, se entrecruzaron más de 5 millones de llamadas desde teléfonos fijos y celulares, surgidas de 17 líneas de investigación.
La Unidad Fiscal advirtió que "si bien la tarea encomendada se está llevando a cabo debidamente por la Policía Federal, la misma resulta poco ágil dado el escaso personal involucrado en este trabajo". (DyN-Télam)