El enfrentamiento entre el legislador, Ricardo Bussi (FR), y la presidenta de la Fundación "María de los Ángeles", Susana Trimarco, sumó ayer un nuevo capítulo. El cruce se había desencadenado por las críticas que el parlamentario había hecho a un subsidio de $ 1,5 millón que se le otorgó a la organización liderada por la madre de Marita Verón, la joven que habría sido secuestrada por una red de trata.
"Los insultos y agravios proferidos por Trimarco hacia mi persona y la de mi padre fallecido (Antonio Bussi) no le hacen bien a la Fundación ni a la causa que defiende. Tratándose de dinero de los tucumanos, lo que debería hacer es una rendición de cuentas", desafió Bussi. Tras la sesión del martes 10, el republicano había comparado a Trimarco con la presidenta de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, en cuanto al manejo de subsidios. "Prefiero parecerme a la señora que es un ejemplo de vida, de madre y de lucha y no a su padre que es un genocida, asesino y desaparecedor (sic) de gente", había retrucado Trimarco.
Bussi consideró que es un derecho de los tucumanos saber a qué se destina el dinero que se le "regala" -según sus dichos- a Trimarco. Añadió que es la quinta ayuda que se le otorga. "Es sacado del presupuesto de áreas como Seguridad, Salud y Educación, donde las necesidades son alarmantes". El candidato a diputado añadió que en caso de llegar a la banca presentará un proyecto para que entidades que reciban subsidios estatales rindan cuentas del gasto. "Sino estaremos bancando a delincuentes como Bonafini o Milagro Salas, que utilizaron el dinero de los pobres en beneficio propio", fustigó.
La Fundación había explicado que el dinero iba a destinarse a la refacción de su nueva sede, en un predio del Estado nacional sobre la calle 25 de Mayo al 900 (entre Italia y España).